jueves, 12 de julio de 2012

Pursuit of Happiness


No apresurarme a los cambios, esperar que lleguen solos. Eso quiero, eso intento hacer. Porque, ¿de qué sirve vivir pretendiendo que todo va a ser distinto de un día a otro? ¿de qué sirve solo pensar en lo que será y no en lo que es? Buscar la manera de marcar la diferencia de a poco, de luchar por hacer un cambio, ESO es un éxito bien conseguido. Esa es la victoria que quiero.
Muchas veces imagino lo que sería de mi vida si todos los obstáculos no estuvieran, si nunca hubiesen atravesado la puerta. La verdad, cuando fantaseo eso, encuentro un enorme vacío. Ahí es cuando entiendo el valor de mis intentos, el valor de mis esfuerzos. Ahí es cuando entiendo que nada de lo que hice y hago es o fue en vano. Suelto sonrisas, a veces lágrimas, pero siempre repletas de felicidad.
CAMBIÉ. Notablemente. Quizás no para muchos, pero sí para mí. Antes no sentía esta confortabilidad conmigo misma, pero ahora, no en gran cantidad, llego a notar su presencia. Sé que me falta mucho por avanzar o recorrer, y que aún hay muchas cosas que necesito entender, pero el primer paso es el más grande y el más difícil.
Tras un año de vivir mintiendo, sufriendo, fingiendo y pretendiendo, empiezo a ver una luz que me devuelve un poco de mi vida.
Esa que fuí alguna vez, yo se muy bien que no va a volver, pero eso tampoco significa que esta nueva yo sea peor, erronéa. Eso no significa que esto que se está formando sea algo de qué arrepentirse. Al contrario.


Y así todos los días entiendo un poco más mi vida, llena de errores y de imperfecciones. Así es como voy cruzando por el camino hacia la felicidad.


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