Just live

Un día empecé a preguntarme por qué siempre estaba llorando y nunca largaba una sonrisa. Un día empecé a preguntarme por qué solo veía el peor lado de las cosas y no encontraba lo bueno. Un día empecé a preguntarme por qué la vida era tan injusta conmigo. Bueno, quizás tenía mucho miedo de aceptar la realidad tal como era, pero me arriesgué. Sé que sufrir es algo inevitable y el dolor siempre va a estar presente, pero descubrí que aunque no pueda detenerlo, puedo manejarlo y alejarlo. Disfrutar un poco más de las cosas que se escondían en el llanto y la desesperación que el dolor me regalaba. Comencé a entender que era muy afortunada, que muchos luchaban por tener todo aquello que yo tenía. Comencé a tener ese sentimiento sin nombre, mezcla de felicidad y satisfacción.
Cuando todo parece malo, aparecen esas excepciones que permiten ver el mundo de otro color.
La vida es demasiado corta como para detenerse en el tiempo por nimiedades. 

Unos días después, entendí que si vale la pena enamorarse y perder un poco la cabeza por el amor. Después de todo, es lo más cercano a la magia y la fantasía que puede encontrarse en la realidad. Amar puede mantenerte en las nubes y enterrarte en la tierra. Amar es cruel y milagroso. Pero más allá de eso, el amar, el encontrar esa otra mitad, es una razón más por luchar y mantenernos dignos, con ganas de vivir.

Otro día,  entendí que todos cometemos errores. En realidad, nacímos para hacerlos y luego lamentarnos de ellos. Pero lo que más me costo entender, es que los errores existen para aprender. Nadie nace sabiendo que es lo malo hasta que lo conoce. Si no cometemos errores, nunca vamos a entender que no hay que acercarnos a ese límite. Después, esa equivocación, forma parte de una lección, de una prevención. Como todo error, duele, pero a la larga, sirve.

"Vivir cada día como si fuese el último"... difícil, ¿no? Cuando no encontrás otra salida, todo se vuelve gris. Cuando todo parece estar en tu contra, querés desaparecer. ¿Sabés que? Te tengo un consejo mejor: "Ignora, crecé y no preocupes; vendrán días nuevos. El dolor de hoy puede ser la fuerza de mañana. Aprende, no desesperes, entendé, tomá con calma, no llores, SONREÍ".