domingo, 25 de marzo de 2012

seventeen.

Estoy en un estado ''raro'', ¿Lo sintieron alguna vez? Es algo que se percibe en el pecho y te consume. Tengo ganas de llorar, pero no se por qué. Tengo ganas de gritar, pero no se que. Es la adolescencia, claramente. Esa que nunca pensé que iba a ser así. No entiendo nada de nada, estoy en blanco. Quiero algo que necesito, pero no estoy segura de como conseguirlo. ¿Es normal desear algo con tanta intensidad?
No se que pensar, es probable que en dos o tres años me olvide de lo que quiero en este momento y piense: "estabas loca Agustina". Pero hasta ahora, lo único que quiero es eso.
Me di cuenta, que la risa es un buen calmante. Cuando estoy con mis amigas y paso algún tiempo sin importar el porqué de la situación, me siento excelente y el dolor desaparece mágicamente. Eso es bueno. El problema, es, el momento en el que estoy sola. La mente maquinéa y maquinéa y no deja de pensar en el "que sería de mi vida si...".
Soy adolescente y para lo único que sirvo es para hacerme problemas. Para comer, llorar, reír, sufrir, soñar, despertar, crecer y esperar a seguir creciendo. Es desesperante pero necesario. Y el tiempo se detiene en las cosas más insignificante, mientras vos te detenés en el soplido del viento buscando el dibujo en el polvo que ya desapareció.

Nada es claro, ni siquiera mis palabras en esta entrada, pero es tan raro lo que siento, no tiene ni significado, ni nombre. ¿Conocen el dicho ''Más inútil guitarra sin cuerdas''? Bueno, a veces siento que mi vida es la guitarra, y yo trato de encontrar las cuerdas.

lunes, 19 de marzo de 2012

Carta de amor.

Querido amor:
No hay palabras suficientes para describir los sentimientos, pues cualquiera de los que sienta ahora, no son entendidos por la lógica. Desearía al menos cinco minutos perdidos en el destino, para poder ver tu sonrisa. Para gozar tus palabras y aprovechar tu silencio, para sollozar tus lágrimas e ignorar tus enojos.
Me siento perdida y devastada contra el tiempo y la distancia. Estoy buscando un lugar, una esperanza encendida... pero todo está oscuro, nada es visible. La vida parece un desperdicio, ya no le encuentro sentido.
¿Acaso es posible, amor mío, que con tan solo la presencia del amor personificado, las penurias tomen un rumbo lejano? Te juro que he buscado respuestas, pero aún no consigo saber las preguntas.
Fuimos hechos el uno para el otro, con la sola diferencia de que yo estaré aquí para siempre, al mismo tiempo que tu te vas.
Maldigo el momento, aquél cristal roto molesto en mi piel que vuelve a incrustarse día a día. Maldigo el lugar, aquél papel que se quemó con el fuego de nuestros corazones.
Aún no consigo saber si todo esfuerzo que he hecho es en vano, pero no dejaré de intentar. Por lo menos sé, con seguridad, que los sueños son más poderosos que la soledad.


Te pido que recuerdes los momentos que jamás pasaron. Te pido que imagines los lugares en los que jamás estuvimos. Te pido que no te alejes más del tiempo, por favor, detenlo. Te pido que no borres la sonrisa de tu cara, tal como yo jamás borraré mis lágrimas.


Por siempre tuya; tu amada.

domingo, 18 de marzo de 2012

fifteen.

Hoy se me va lo poético. Es que quiero que entiendan al menos un poco, o algo más, de lo que siento cuando escribo en mi libro. Todo estaba bien antes, escribía como cinco páginas todos los días. Ahora con suerte solo puedo escribir un párrafo.
Me hace sumamente  mal releer, buscar información, imaginar momentos... todo me remonta el pasado o me lleva a esa utopía. No quiero volver a vivir todo lo que vi viví, pero tampoco quiero dejar de hacer lo que más amo: escribir. Más allá de que tenga el blog, en ese "libro" del que tanto hablo, está escrita mi vida soñada. Más cursi imposible, ¿No? Pero bueno, es la verdad. Son sueños plasmados. Únicos e imposibles. Imposibilitados por el tiempo y la distancia, por sobre la que nadie puede.
Así es, y todos los días tengo que aceptar la cruda realidad. Me cueste las marcas que me cueste, el sueño que me cueste, o esa lágrima monótona que se escapa día a día, queriendo tomar su propio rumbo hacía aquel valle inalcanzable.


fourteen.

Él es sueño y desvelo. Ruido y silencio. Es brutalidad y suavidad. Calma y movimiento. Es humildad y hundimiento, lágrimas y sonrisas. Es imaginable e imposible, cercano y poco visible. Es satisfacción y ganas, perdición y renacimiento. Es verano e invierno, calor y frío. Es posibilidad y desesperanza, cáos y paz. Es culpa e inocencia. El es mi felicidad y mi angustia. Era su vida, la que estaba llevando hacia la muerte a la mía.

sábado, 17 de marzo de 2012

thirteen.

De alguna manera, todo lo que me recuerda a el me hace mal. Hasta lo que me pudiera hacer feliz, trae el recuerdo hacia mi mente y me dan ganas de llorar. Incontrolables y desesperantes.Hasta el más fuerte esfuerzo es en vano, pues ni siquiera el confortable pensamiento de " ya pasó" me calma. Son ganas de tener algo, y saber que nunca lo voy a tener. Es como tratar de nadar sin agua, o correr sin tierra. Pero la esperanza se mantiene viva; y de eso me alimento. De sueños y deseos. De miedos y utopías.

Ya el cielo no llora sobre mi, son mis lágrimas las que se derraman sobre el cielo. Quizá este algún día me escuche, y ya lleno de mis sueños, decida que es hora de que se vuelvan realidad.

jueves, 15 de marzo de 2012

twelve.

La gente que nos critica mayormente no conoce nuestra historia, nuestros miedos y dolores, ni tampoco nuestra fuerza. Son más débiles que nosotros y por eso se aferran a nuestras imperfecciones, para parecer mejores. Pretenden que a nosotros nos afecte cada palabra que mencionan, y la mayor parte del tiempo así es. No nos engañemos. Cada vez que vemos que alguien nos esta criticando, nos enojamos o nos deprimimos. Tratamos de mejorar en cada cosa que a ellos les parece motivo de burla. Lo que nosotros mismos no sabemos, es que eso es totalmente innecesario. Somos personas. Somos imperfectos. Somos todo lo contrario a lo que muchas veces deseamos y peleamos por ser. Pero igualmente fuertes, auténticos. Cuando alguien nos señale y nos diga "raro", tenemos que saber que esa palabra, es sinónimo de único.

Esto es la tierra, no el cielo, no es necesario ser perfecto.

miércoles, 14 de marzo de 2012

eleven.

De alguna forma, cambié. Si, no se. Es como que siento que estoy distinta en todos los sentidos. Mi rutina cambió, y por eso quizá todo lo que antes hacia no tenía sentido y ahora que es diferente, cambió todo sobre mi. No es claro, pero es lo que siento.
¿Nunca sintieron un revuelto adentro? ¿Como que si fuera todo raro, confuso? ¿Como si no supieran donde ir, ni cual es el camino? Eso es lo que yo siento, y es horrible enserio. Antes cuando estaba con mis amigas me sentía feliz, me sentía yo. Hoy estuvo todo bien hasta que tuvimos la clase de catequesis libre y nos quedamos dos horas solas, yo, mi mejor amiga y creo que cinco chicas más. Ya era todo raro, no se, me sentía de alguna manera "incomoda", pero hasta ese momento lo podía controlar. Pero después cuando salimos y yo me quede una hora más afuera con mi mejor amiga y otra amiga, cambió todo. Me sentía una persona distinta, tenía miedo y no sabía de que. Era como que si todo se escapaba y yo trataba de hacer un intento en falso de agarrarlo.
No entiendo nada, pero hay algo de lo que estoy segura, es todo raro. El problema es que no se por qué. Tengo varias ideas en la cabeza pero ninguna es la correcta, según yo. No se lo quiero contar a nadie porque esto es algo que solo yo entendería, yo sola se como se maneja mi mente y mis emociones. En todo caso, los demás lo único que pueden hacer es herirme con palabras, pero yo controlo como me afecta. 
Nada es del todo claro, ni siquiera se que palabras usar para describir lo que siento. Pero mañana será otro día, quizá mejor o quizá peor, nadie sabe.

Tengo una frase rondándome en la cabeza, no se si será por eso todo esto que siento, pero me hace pensar y se que es real: Si querés ser feliz, lucha. Nadie más va a luchar por vos.

lunes, 12 de marzo de 2012

Hace un par de días, no importa cuantos realmente, decidí que era ahora de contar toda la verdad. O al menos en partes. Mejor dicho, contar solo un poco y que el resto se encargue de preguntarme, o dejarse llevar por su catastrófica imaginación.
Encontré el espacio perfecto para contar todo lo que pasé, en una versión un poco resumida y menos desesperante. Voy a escribir mis momentos más dolorosos y penosos. Aquellos que quedarán marcados como cicatrices eternas en mi piel, buscando la manera de desaparecer.

Podría decir que todo comenzó un día como cualquier otro, pero ese día marco la diferencia. No recuerdo la fecha, pero es fácil saber el año, porque el tiempo no corrió una carrera muy rápida desde aquel entonces. 2011. Algunas cuestiones comenzaron desde antes, pero dicho año fue el detonante.
Había encontrado alguien a quién amar, pero no alguien que me amé. Mejor dicho, "algo", porque mi imaginación se encargó de poner en marcha el motor de la fantasía, llenando mi cabeza de estúpidos cuentos, sobre lo que alguna vez podría ser real. Yo sabía que jamás iba a pasar, pero seguía volcando y atosigando mi pobre mente de ideas.
Un poco después, logré llenar mi obsesión con todo lo que podía y lo más cercano que tenía para hacerme sentir junto a él. Me quedaba horas mirando fotos, vídeos o hasta incluso releyendo textos que sabía casi de memoria. Pero ignoraba todo lo imperfecto, jamás le encontraba errores. Y eso me llevo a la perdición.
Dejé que mi mente me guiará por caminos jamás construidos. Creé una perfecta utopía y me metí dentro de ella lo más que pude, dejando de lado lo real en todo momento.
Lloraba todas las noches a escondidas, me deprimía con dos palabras que me decían y el pensar ya me hacía mal. Además de esta locura, mi autoestima estaba por el piso, lo que significa que no tenía el valor de atreverme a nada. Nadie podía notarlo. Era invisible para los ojos de cualquiera. Ocultaba todos mis dolores con una simple sonrisa, pero me di cuenta que eso no me ayudaba mucho.
Cuando estaba con alguien, era todo risas. Al encontrar un lugar para estar sola, todo se volvían lagrimas desde mis ojos.
Lo que más recuerdo, fueron todas las veces que lloré encerrada en el baño. Me miraba en el espejo, pensaba todo aquello que me hacía mal, y dejaba que cayeran las lágrimas. Hasta que un día las lágrimas se convirtieron en sangre.
Se había acercado la noche y yo, como siempre, me fui hasta el baño de mi habitación. Me senté en el piso y comencé a pensar en el dolor, en el nunca jamás y en el propósito inexistente de seguir viviendo. Hasta ese momento, solo me refugiaba en la música. Agarré una maquinita de afeitar y la desarmé para agarrar lo filoso y ahí sucedió. Me corté. Por un momento, se sentía bien, luego el dolor volvía. Era obvio, ya no había solución.
Fueron los momentos más dolorosos en los que acudía a esa respuesta. Cuando las lágrimas y las palabras ya no eran suficientes.
Luego de varios meses, me di cuenta que no servía de nada. Lo abandoné por un tiempo y luego comencé de nuevo, pero solo lo hice dos veces más.
Era 30 de diciembre, recuerdo bien la fecha, cuando me hice a mi misma una promesa. Cambiar. Todo aquello malo o que me lastimara, todo lo que me afectaba. O al menos reducir esas mismas cosas. Había algunas que no podría cambiar, como el amor incondicional hacía esa persona, pero sin embargo, podría convertir una enfermedad sin cura, en algo tratable.
El 31 recordé esa promesa, y a las 12:00 la dije para mi misma.
Hasta el día de hoy la sigo sosteniendo, no olvide nada. La mantengo y la encaro todos los días. Cuando lloro sin sentido, la recuerdo y mi llanto calma.
No me arrepiento de haberla hecho. No me arrepiento de salir yo sola de mi problema. Y tampoco me arrepiento de lo que hice. Todas las personas del mundo tienen que lidiar con un problema en su vida y afrontarlo. A algunos les toca peores, pero este es el mio. ¿Y saben  que? Aunque todavía no esté del todo curado, puedo sentir como el viento de la esperanza sopla y cicatriza.
Las cicatrices en mis muñecas que hoy tengo no me avergüenzan, solo me muestran cuan fuerte fui y todo el camino que dejé atrás para seguir avanzando.

No todos los sueños se hacen realidad con polvo de hadas, hay que luchar y no quedarse enfermizo con uno solo. Nuevos sueños posibles pueden aparecer.

sábado, 3 de marzo de 2012

nine.

Estoy acá escribiendo porque no entiendo lo que me pasa. No se si es bueno o malo enamorarme, sentir todos los sentimientos sobre una persona. Siempre me describí como una Puke Rainbow y... ¿ahora esto?
Sea como sea, es real. No una fantasía. Capáz me hace bien, el escapar un poco del miedo al "nunca" y entrar a el mundo de las posibilidades.
Es algo que no siento hace mucho. Me dan nervios que me hable, de qué, todo. Soy una estúpida, yo se, pero, ¿Como una persona puede caer tan bajo con el amor?

Ahora entro en la etapa en la que vomito arco iris, cago corazones y estornudo poemas.

Deseen suerte a esta pobre alma que cae sobre un juego perdido.