tag:blogger.com,1999:blog-6040655485875411302024-03-04T20:18:32.309-08:00enigmáticaAgustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.comBlogger125125tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-54056438459155826882017-07-03T23:08:00.000-07:002017-07-05T15:53:31.187-07:00círculo. <div style="color: #454545; font-size: 17px; line-height: normal;">
<span style="font-size: 17pt;"><i><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">es siempre lo mismo, sabés? el círculo se rompe después de cierto tiempo. cuesta tanto armarlo, y de repente es solo un pasado. me gustaría tener a mano la receta que siempre veo que utilizan los demás para recuperarse de alguna caída, pero soy un desastre en ese arte. no sirvo, porque no me entiendo. mi cabeza y mi boca hablan diferentes idiomas, antiguos, lenguas muertas, no hay diccionario que las entienda. porque más allá de ese código de lenguaje, hablo mucho y digo poco. a veces digo mucho cuando no tendría que hablar. balbuceo entre deseos e imagino cosas que sé que están fuera de las ganas que maneja mi ansiedad. y si volvemos a lo que hago, me corto el pelo cuando sé que perdí el control. me acuesto a dormir 11 horas seguidas de día, sin autorización. me cepillo los dientes con el labial puesto y dejo rastros de dentífrico por todo el suelo. me miro en el espejo y no reconozco la imagen distorsionada que veo, porque se que yo ya me fuí de mi reflejo, hace rato pegué vuelo. el único lugar cómodo es el final de la botella semi vacía debajo de la cama dentro de una caja en la que antes había brillantina. y no te culpo, no culpo a nadie. cómo podría hacerlo? si no sos vos el que se fumó mis cigarros ni se robó lo que tomo. no sos vos el que tumbó mis esperanzas como quién lanza un fósforo sobre hojas apiladas en un montón. no sos el que me sacudió de lo que creía que era ser feliz; vivir encerrada en la rutina de hacerme reír. poco a poco los chistes se acaban porque no hay nadie más que yo misma, el mismo público aburrido que ya no quiere oír. yo deseaba, sabés? de alguna forma creí que esta vez iba a salir todo bien. pero te entiendo. como las nubes entienden que el sol hoy no tiene ganas de brillar. yo tampoco tengo ese deseo, y apenas entiendo eso, me pongo en el lugar del chaparrón que cae en forma de tristeza. soy un lío y me da vergüenza mirarte porque se que podés verlo, podes notarme. sabés que bajo de lo que pretendo ser hay alguien vulnerable. </span></i></span></div>
<div style="color: #454545; font-size: 17px; line-height: normal;">
<span style="font-size: 17pt;"><i><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">y ahí estás, lejos de nuevo. como tantas almas en otros cuerpos lo hicieron. se alejaron sin decir nada, como si supieran que entiendo mejor el silencio que cualquier otra palabra. </span></i></span></div>
<br />
<div style="color: #454545; font-size: 17px; line-height: normal;">
<span style="font-size: 17pt;"><i><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;">está bien si querés volver, yo estaría encantada. quizá podamos ver crecer mi pelo sin tener que decir nada. </span></i></span></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-10495328974509225312017-01-12T02:30:00.000-08:002017-01-12T02:32:41.030-08:00electricidad. vuelvo a andar. mirada clavada al piso, las mejillas sonrojadas, un tibio color rojo en los labios. y en los ojos, que tímidos no quieren despegar, un relampago se asoma con cada pestañar. que bien le sienta el color azul a la nostalgia, que bien me sientan las tonalidades del crepúsculo al caminar con tu canción de fondo. y en la siguiente calle, sumergida en algo que aún no es oscuridad, me espera la comodida de encontrarte. estas ahí, como una estrella apagada que saca un destello de andá a saber que lugar. y el mirarte es como mirar a cien cuadros surrealistas a la vez. increíble, misterioso, satisfactorio, intrigante. yo me sumo a tu presencia, aturdida, pequeña. me sacudís el pelo con cariño y yo me quedo sin aire al primer contacto. así de eléctrico sos. me sonreís, de costado y con simpleza, me tomás de la mano, y todo me da vueltas. estar con vos es como emborracharse en poemas. y no es hasta que empezamos a caminar cuando me doy cuenta de que ya no estamos acá. me transportas, despacio y en silencio, hacia un lugar que jamás ví. algo de otro mundo. colorido y sombrío. delirantemente dulce. y el sonido de tu voz nos hace volar. despegamos en este espacio celestial que llenaste de estrellas y me abrazás mientras estamos en el aire, para que el vértigo no me haga doler las costillas.<br />
así que acá estamos, volando. en lo desconocido. en el infinito. el algún lugar sin tiempo ni forma definida, que amenaza, junto a vos, con hacerme feliz.<br />
lentamente, los relámpagamos de mis ojos comienza a sonar.<br />
activás mi electricidad.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-61956167553564008272017-01-06T22:41:00.001-08:002017-01-06T22:41:33.161-08:00búsqueda. si mis huellas no dejaran rastros<br />
si mis pestañas no se despegaran al resfregarme los ojos<br />
si el aire no se comprimiera en mi pecho cada vez que oigo el siencio<br />
si las estrellas no se sintieran tan lejos<br />
entonces todo esto sería en vano<br />
<br />
si todas las noches que parecen eternas no acabaran con un nuevo día<br />
si las interminables tormentas no culminaran con un arcoiris<br />
si cada ocasión en la que pensé que nada podría ser peor no se volvieran esperanzas<br />
si cada vez que me perdiera no encontrara tu voz<br />
entonces ¿en qué estoy creyendo?<br />
<br />
negro y blanco, fuego y agua. estoy acostumbrada a los contrastes. el ruido es tan molesto como el silencio aterrador. aún el equilibrio es un misterio. pero la búsqueda es tan larga, no acaba simplemente cuando se encuentra lo que se anhela.<br />
todavía estoy buscando qué encontrar. todavía estoy corriendo del tiempo que amenaza con atraparme. todavía sacudo los miedos contra la almohada y la oscuridad estrecha mi mano cada vez que me rindo ante sus trucos.<br />
pero hay algo distinto esta vez, algo que antes estaba ausente y ni siquiera su existencia hacia notar. quizás es el valor, o la experiencia. quizás es que aprendí el ritmo que debo bailar. no lo sé.<br />
<br />
supongo que lo tengo que encontrar.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-45062209623802610302016-09-26T18:29:00.003-07:002016-09-26T18:29:48.476-07:00abuelo.Siento. Siento cosas que no están, cosas que aún no se formaron. Y si presto atención, puedo descubrir que todavía siento cosas que ya pasaron. Entre los hilos rojos de un sol que recupera su fuerza, dislumbro el sentir que deriva de nuestras risas.<br />
Noto tu presencia débil cuando me cuesta concentrarme en la lectura, y en la ceniza del cigarro que se consumió de tanto esperar. Un hueco en el medio del colchón humedecido se aprecia desde lejos, y el polvo en los discos que solías escuchar se acumula, se deja hacer notar.<br />
Me estremezco cuando me encuentro pensando qué te espera más allá. Si será verdad lo que nos cuentan, o si al final solo hay oscuridad. En tus manos aún tibias no puedo imaginar otra cosa que no sea verte reír, al compás del ritmo que marca el palpitar consumido de tu corazón cansado.<br />
En mis sueños todavía seguimos abrazados, en ese calor que genera el silencio de la contención.<br />
Y yo se que va a estar bien.<br />
Vas a estar bien.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-26385393771095878782016-08-30T18:21:00.000-07:002016-08-30T18:21:16.372-07:00<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>el aire corriendo a través de la ventanilla baja</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>el cielo rosado</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>las nubes apunto de explotar</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>y los rayos del sol contra la piel que anhela calor.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>un par de labios suaves y una risa en medio de un silencio aturdidor.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>una carretera demasiado gris para un paisaje tan lleno de color.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>un camino que termina en el infinito, más allá, dónde tus palabras se escuchan y mi catarsis por fin cesa.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>una lluvia que atina a llegar, mojar y calmar. que refresca y renueva. que une los trozos de tierra separados y calma a las sedientas flores marchitas, que pronto se caerán.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>confieso que me debilita la soledad.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>soy un punto intermitente en medio de un campo minado de lineas.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>sospecho que el hilo rojo se cortó hace rato; cargo conmigo una aguja, en el bolsillo,</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>dispuesta a cosernos si es que está permitido.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>ya lo hice varias veces con mi sombra, que caprichosa me abandonaba.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>por favor, no me abandones.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>me pregunto si el infinito tiene fin.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>si el camino no es más que un trecho.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>me pregunto si estamos recorriendo una vía que no se conecta,</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>si este río no desemboca,</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>si este cielo no nos deja flotar.</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>si es verdad,</i></span><br />
<span style="color: #999999; font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><i>por favor, no me abandones.</i></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWV8OC2t_l89LXzCDSD-wupgmV24jnoD6q1jeEA4Rc3y404PNuQl80w4qSzaF148yR4ZcJEtSlOB0qN7fZues0mbg4aBROXVsw0VWM74p3pjeNYU-fNsPVXsBosCgW2aOO9z3ZdBoqoqbM/s1600/CoU91URWcAAmoyA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="347" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWV8OC2t_l89LXzCDSD-wupgmV24jnoD6q1jeEA4Rc3y404PNuQl80w4qSzaF148yR4ZcJEtSlOB0qN7fZues0mbg4aBROXVsw0VWM74p3pjeNYU-fNsPVXsBosCgW2aOO9z3ZdBoqoqbM/s640/CoU91URWcAAmoyA.jpg" width="640" /></a></div>
<span id="goog_1303764696"></span><span id="goog_1303764697"></span><br />Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-8609699799020340302016-07-06T02:18:00.001-07:002017-07-05T15:58:49.085-07:00<div dir="ltr">
no te das idea de las veces en las que siento que me estalla el pecho. dejando de lado las metáforas y el retoque de la palabra, ignorando toda forma de maquillar la realidad; hay un sentimiento que abarca mi ser completo. acecha por las noches y no me deja respirar, a veces, hasta me hace llorar sin parar. <br />
se siente como caer a un vacío que se toca con las manos, y aunque esté a miles de kilometros de distancia, lo veo y de cerca y con claridad. <br />
me gustaría quitarlo, que me lo quites. me gustaría tener asegurado que existe una vida posible sin sentirme así de agobiada cada segundo. poder estar viva sin ninguna molestia. vivir sin límites, sin excusas. sin frenos. sin preocupaciones. sin una voz que me recuerde todo lo mal que hice. sin tu presencia que me invade solamente para hacerme relajar.<br />
me gustaría poder vivir una realidad en la que no estemos condenados a ser desgraciados. dónde recurramos a vernos cuando estemos felices y podamos hablar de lo bien que nos trata la vida. pero no confundas, realmente sos lo único en mí que me hace sentir bien. pero... ojalá fueras en otras circunstancias. ojalá no fueras el relleno de algo que está incompleto. te siento ahí como intento el de levantar pedazos de algo que se rompió hace mucho y no tiene arreglo. un vidrio roto que por más que se pegue será siempre un vidrio roto pegado. inservible, arruinado. y vos te mantenés tan perfectamente triste en mis sueños. <br />
recurro a esto cuando estoy así. como un adicto al lápiz, me inyecto con palabras. ...y eso que nos convencemos día a día que no existe escape alguno a la realidad que no termine en desgracia... acá estoy, drogada a base de letras, sufriendo una sobredosis de lo que me das. te veo pestañar. lo hacemos al mismo tiempo, estamos casi cronometrados, y bailamos al compás de una canción que no se escucha. entrelazo mis dedos en tu mano fría, mi piel se calienta y se tiñe de rosa. volvemos a lo mismo. <br />
volvemos a rugirnos sin siquiera abrir la boca. tu pupila me grita, incontrolada, que querés ser feliz. yo me mareo, me entristezco, e intento disimular mirando tu cuello. pero acá estamos, ya volvimos. ambos sabemos que no está bien pero no entendemos qué sentimos. nos contradecimos. y yo te mimo, te escucho. porque más allá de ese murmullo y ese chamuyo ancestral, se que me contás de lo tuyo para que yo empiece a hablar, y te diga que anda todo mal, todo va para atrás. que tengo miedo otra vez y que siento que voy a fallar. vos te acercás, me calmás. me corrés el pelo de la cara y ya está, me hiciste temblar. te das cuenta de lo que provocas y te sonrojas, cambias la forma en la que me miras, así no me incomodas. me tomas de la boca, me haces vibrar. y me decis, despacio, suave, en una forma en la que el idioma nunca se supo pronunciar, como si hicieras magia al hablar, rodeando las vocales en un abrazo claro, es fantástico como lo volcás;<br /><i>"cerrá los ojos y respirá. toca tu brazo y ahí voy a estar. en las noches y en los días. en cualquier momento, sea cual sea tu necesidad. hicimos un pacto y lo cumplimos, sin más. te amo y vos me amás. se que vas a poder porque no estás sola. nunca más lo vas a estar."</i></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-26705358556187056662016-02-23T23:46:00.001-08:002017-07-05T16:03:12.445-07:00please don't go, i love you so<div dir="ltr">
la atrapó desprevenida, a punto de saltar. la tomó del brazo, tironeando de su muñeca. la contuvo entre abrazos, arropada en su pecho, mezclada entre su aroma y su camisa.<br />
"por favor, destrozame el corazón" le gritó con sus ojos. y recordó fugazmente su sonrisa torcida, y su cabello rizado que rebotaba cuando caminaba. el tacto suave de su mano al rozarle los labios, el gusto dulce y mentolado de su boca. y reconoció, en ese instante, que su petición era imposible.<br />
asimiló, con temor, que él quería hacerla feliz.<br />
aspiró su aroma mientras golpeaba la puerta, para recordarlo al menos hasta que se chocara con el asfalto.<br />
ya no importaba. realmente, no lo hacía.<br />
sin importar cuantas veces le besara las heridas; la sangre seguiría corriendo. no había hilo suficientemente fuerte para cocerla.<br />
y esos acantilados sin fin de los que la había salvado, aparecían cada vez que caminaba en linea recta, y empujada por el viento, siempre llegaba al risco.<br />
porque había nacido rota, toda quebrada, sin posible arreglo. sus piezas se habían desintegrado con el tiempo.<br />
había nacido sin color, apenas viva. agonizando de dolor; ardiendo en llamas mientras se hundía.<br />
no existía morfina que la aliviara; irremediablemente, estaba condenada.<br />
mientras corría por las calles, con lágrimas en sus ojos y el pelo revuelto, encaminada a ningún lugar, juraba oír su voz, y sentir sus ojos marrón intenso observarla con tristeza.<br />
"mi amor" suspiró. abrió los ojos, extendió sus brazos. instintivamente, volteó. porque él siempre estaba ahí. sujetándola.<br />
esta vez, el vació la paralizo.<br />
y con un pie en el aire, y la piel erizada, sintió su presencia en todo su alrededor. por encima y también en su interior.<br />
"acá voy"</div>
<div dir="ltr">
enferma nació; sin cura. como un cáncer maligno creciendo en cada suspiro.<br />
sin terapia, sin placer. solo dolor.</div>
<div dir="ltr">
ojos marrones. cabellos rubios. labios rojos.<br />
en el espacio infinito, deseo poder volar.<br />
"tal vez..."</div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-59633148045108663182016-01-11T18:57:00.001-08:002016-01-11T18:58:30.631-08:00STARWOMAN<b><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">puede que sea cierto que el humo de los cigarros sea dañino. y que en algún punto, fumarme un porro y tener un viaje sea tan normal como despertarme y ver el sol. veo como algo posible que comience a detestar el gusto del alcohol, y que lo que ahora son risas después solo sean nauseas. quizá las rutas de escape se cierren porque estoy chocando contra una predecible salida. y por primera vez, la galaxia parece pequeña.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">si mal no recuerdo, muchas veces me quejé porque sentía mis vacíos interminables. dudaba que alguna vez las voces se acallaran. me llenaba de pánico el mañana. rugía en la noche, adormecida por la libertad que sugiere creerme invencible. juraba ver las calles iluminadas en plena oscuridad, y el aire invisible chocando contra mi pecho, llenándolo de color. y momentáneamente, me sentía bien. porque es difícil ser joven, bizarro, poético y demente. pero es aún más difícil encontrar los momentos para disfrutar ser todo aquello.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">y prometo sonreír cada vez que recuerde las veces que alcé mis dedos y me reí de este tóxico mundo porque, mi consciencia y yo, sabíamos que él no podía contra nosotras . prometo sonrojarme y remojar mis labios cuando algún beso compartido se cruce por mi mente, y vuelva a sentir la piel erizada y ese intenso ardor en el pecho que me provoca estar enamorada. porque atesoro todos y cada uno de los besos, las personas, y los momentos. y los lugares a los que me llevó cada uno con el roce de nuestras bocas. y las palabras. y los amigos. y los viajes al infinito ida y vuelta que me hicieron dar. la calidez de un abrazo en el frío de la soledad. la locura que implicaba mirarnos a los ojos y saber que, justo en ese momento, el tiempo no podía contra nosotros. porque era ese instante, extendido en un infinito, perdido y encontrado en la emoción. la picardía del primer amor. mis manos con las suyas, mis ojos con sus ojos. y las noches sin dormir dando vueltas en un colchón lleno de historias. el dolor de un corazón roto que atinaba a no sanar nunca más, pero de alguna forma, se recompuso para ahora andar, cabizbajo y orgulloso, en esa eterna contradicción que significa haber sido lastimado pero aún así, seguir andando. y las cicatrices sanadas de una guerra que jamás tuvo intenciones de herir, que buscaba enemigos en dónde no había más que inocentes. en donde no había terrenos, no había trofeos. era yo contra la nada, el universo contra mí. porque juraba que había cientos de estrellas tirándome desechos cósmicos desde arriba, cuando solo me iluminaban. pero está bien. ya las perdoné, ya puedo ver. la gran venda de mis ojos cayó, y finalmente puedo ver. arriba, abajo y de nuevo arriba. por sobre el horizonte, y más allá de lo que creía que no existía.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i></b>
<b><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">hoy envuelvo un sin fin de historias, y la esencia de saber quién fui todos estos años; un corazón latiendo con voracidad, una canción sonando con máxima intensidad. una sonrisa medio chueca, salpicada con lágrimas color cristal. y le guiño un ojo al cielo, por última vez. lo observo, con sus estrellas a quiénes un tiempo atrás maldije y esta noche abrazo, con su luna que crece y se achica constantemente; como volviendo a ser quién era para poder aumentar su ser. y con su vacío, que compartí. que aún comparto. que probablemente, seguiré compartiendo. porque que haya vacíos no significa que falten cosas; sino que aún hay más por llenar. estoy segura de que el cielo se llenará con más estrellas, y yo con más vida.</span></i></b><br />
<br />
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=tRcPA7Fzebw" target="_blank">Esto solo puede ser leído escuchando esto. </a> Gracias. Infinitas. Ojalá algún día tenga el placer de encontrarme con vos en ese gran planeta del que viniste, al ahora volviste, y del que me hiciste sentir parte.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-12941555858002590692015-10-18T20:45:00.002-07:002015-10-18T20:45:59.962-07:00nyctophilia<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiDYq5yfEQgBpTMYrGlzCsudlM9rsRMw5D22L0_upfLY6g_Xyvib4iXPCddeglSEWKrbsqeRYNj6lgtqwBoFeawCNh9mIe6yM7VG3Gw7e2CMHFxg9SHZhcKnRTdnJ4KoC3MniPPqlKEEo-/s1600/160.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiDYq5yfEQgBpTMYrGlzCsudlM9rsRMw5D22L0_upfLY6g_Xyvib4iXPCddeglSEWKrbsqeRYNj6lgtqwBoFeawCNh9mIe6yM7VG3Gw7e2CMHFxg9SHZhcKnRTdnJ4KoC3MniPPqlKEEo-/s320/160.gif" width="320" /></a><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">cuando tus ojos se cierren</span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">los negros se fundan</span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19.32px;">y no distingas la oscuridad de la noche y la luz del día, no temas. aferrate a la bruma y la niebla. diluete en ellas. vuélvanse una. danza entre las tumbas de los malos recuerdos, recolecta los huesos de quién rompió tu corazón. alza tu mirada hacia la luna, entrégale en un canto una parte de tu alma. besa el viento fresco, inclínate ante la presencia de las estrellas. </span></span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19.32px;">vuélvete ausencia.</span></span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19.32px;">vuélvete silencio.</span></span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">camuflate entre las prominentes sombras, deja que te abracen, te consuman hasta penetrarte. </span><br style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;" /><span style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">y que tus dedos tengan el placer de tocar el fuego invisible que desata el frío. que se inyecte en tus venas. que su gélido calor te susurre al final del ritual que todo terminó. y al día siguiente te esfumes, hasta que se oculte el sol.</span></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span></span>Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-64128052223538596182015-10-04T23:31:00.002-07:002015-10-05T00:19:58.400-07:00lost in translation<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">- ¿Qué te pasa? -dice, y su nariz se arruga. Sabe que algo anda mal. Yo soy consciente de que le molesta mi rostro distante y triste. Enciendo un cigarrillo. Le doy una larga pitada antes de contestarle.</span></i><br />
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">-La vida -le digo, y lo miro directo a los ojos mientras suelto el humo-. Antes solía disfrutar de las cosas sencillas. Caminar por las calles un día nublado. Los chistes estúpidos. Las salidas nocturnas. Toparme a alguien que no veía desde hace tiempo. Escribir. Escuchar música. Comer. Esas cosas, ¿entendés? Esas idioteces, las diarias, las más comunes. Perdí el placer de gustar de todo eso y me duele. Siento un gran vacío. Como si hubiesen arrancado un órgano vital de mi cuerpo. Como si hubiesen trasladado todo mi interior hacia otra parte y yo haya quedado acá, inerte, hueca; incapaz de sentir algo. Y la verdad es que extraño sonreír por cualquier cosa. Ahora todo es más complicado. El odio parece acumularse y siento que me volví de piedra. Mis dedos se traban al escribir, ya no se deslizan sobre el papel como lo hacían antes. La música me parece absurda, monótona. La comida ya no sabe a nada. No me entusiasman las salidas porque se bien que después de ellas solo habrá día. Y la gente... no estoy segura de si quiero hablar de ello. Solo voy a decirte que les tengo pánico. A cada uno de ellos. Me asustan. Y ahora, en este momento, estoy totalmente acobardada. Creo que me volví el cliché que nunca quise ser, el típico personaje de una novela mediocre que llega a ser muy vendida. Y si me preguntas por qué, por qué me pasa esto, y por qué dejé de ser quién era, no sabría que responderte, porque no tengo idea cuándo fue que me empecé a desquebrajar como la tierra seca. Supongo que en algún punto ya no soporté más las golpizas.</span></i><br />
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">Para cuando me di cuenta, las cenizas de mi cigarro consumido yacían sobre la mesa. Y mis ojos estaban empapados en lágrimas. Él se levanta de su silla para ponerse a mi lado. Corre el cabello que cae sobre mi oreja para susurrarme algo.</span></i><br />
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">-Fue el amor lo que te destruyó. Pero tranquila. Estoy seguro de que pronto vendrá nuevamente para sanarte.</span></i><br />
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJICg2S_6KgE3_qj9Z5xgg6h_8xfFvsANKZyKjdcyfPVfZnwFZTA2mcgZxlu84UVQncPvdgxJGLd7ECpq97IVPx5V0WdB_oed34VGPX_BQQWK-8yoE59rGLFV2UQQj3iHCRAgfaN2qeOJ9/s1600/490.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="337" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJICg2S_6KgE3_qj9Z5xgg6h_8xfFvsANKZyKjdcyfPVfZnwFZTA2mcgZxlu84UVQncPvdgxJGLd7ECpq97IVPx5V0WdB_oed34VGPX_BQQWK-8yoE59rGLFV2UQQj3iHCRAgfaN2qeOJ9/s640/490.gif" width="640" /></a></div>
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i>Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-58848073522090369922015-09-23T17:11:00.000-07:002015-09-23T17:11:53.050-07:00born to die.<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><i>me gustaría que las cosas fueran de otro modo. vos y yo juntos, mirando la luna, sentados sobre tu viejo auto azul. que el pelo se nos vuele, y se enrede en mi boca, para que lo saques con delicadeza con tu mano. me gustaría tener que esforzarme para verte, porque la luz solo reflejaría la mitad de tu cara, haciendo que cada parte resplandezca más que nunca. tu nariz de perfil me provocaría cosquillas en el vientre, y la forma de tus labios se parecería tanto a un par de pétalos que no resistiría las ganas de besarlos. te reclinarías sobre el parabrisas, y yo sin decir una palabra colocaría mi cabeza en tu pecho para hundirme en tu dulce aroma. menta, miel, perfume. el humo de tu cigarro formaría coreografías en el aire, invitándonos a bailar. acariciarías mi mejilla, y mi aliento se detendría. te acercarías, me tomarías de la barbilla, nuestras bocas se unirían haciendo de nuestra respiración una sola. sonreiría, interrumpiendo el beso. me mirarías, y tus ojos brillarían, porque sabrías que el tiempo en ese momento había sido infinito. me gustaría vivir en este sueño para siempre. hundirme en la inconsciencia junto a vos. y que no me detenga nada, excepto la sorpresa de la realidad.</i></span>Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-6724050817162925962015-07-20T20:54:00.003-07:002015-08-11T02:13:52.906-07:00rebellion (lies)<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>La locura empieza con un paso. Me acerco hasta la puerta y
la empujo. No dudo, no me doy tiempo a hacerlo. Cierro los ojos y me impulso.
Corro sin ver por dónde camino pero no me importa, no tengo miedo de caer. El
suelo se siente plano, no hay piedras, no hay quien detenga mis pies. El viento
pasa de cálido a frío pero nunca se vuelve tibio, nunca encuentra su
equilibrio. Mis brazos intentan seguir un ritmo, pero simplemente despliegan y
levitan en algo que no es el cielo, pero se siente como el mismo. <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>La plaza está vacía, es una ciudad sin niños. Nadie llora,
nadie ríe. Todo está callado. Ya no hay amantes en las esquinas que me
inspiren. Parece una prisión sin rejas.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Tan solo quiero volar.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Realmente no me importa el precio que tenga que pagar. ¿Qué
más querrían de mí? Ya tomaron mi cordura, mi fe y mi paz. <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Tan solo exijo libertad.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Así que corro, sigo corriendo ¿Qué importa ya? Mis piernas
están cansadas y mis ojos intentan llorar, pero el miedo de abrirlos me prohíbe
hacerlo. Mis brazos se adormecen. Parecen alas cortadas.</i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Pero aún deseo ver.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Aún deseo creer.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Me gustaría despertarme y encontrarme dentro de un sueño.
Pellizcarme y que duela. Los niños riendo, los amantes besándose, las aves cantando, el sol brillando. Realmente
no me importa el precio que tenga que pagar ¿Qué más querrían de mí? Ya me
quitaron el mundo, y el sueño de vivir. </i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>La paz es un cuento que nadie me pudo
contar. La guerra no se disipa, es un humo
tóxico esparcido entre nosotros. Los miro y la veo. La busco, y la encuentro. Y
aun cuando no la busco, está ahí.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Me detengo y me siento en un viejo banco. Es blanco, y
las gotas de una lluvia temprana aún se derraman por la pintura salpicada. Miro
al cielo.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>Que extraño.<o:p></o:p></i></span></div>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>No veo nada.</i></span><o:p></o:p></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-5593159728371593722015-06-03T20:54:00.002-07:002015-06-03T20:54:53.799-07:00y lo demás, francamente, no importa.<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i>Te miro, y los errores se van. No hay bien o mal, la verdad
está ahí, brillando en tus pupilas. Tus ojos se mueven, se vuelven locos. Miran
hacia mí y luego al piso, sonrojados,
pícaros. Y los míos van de tus labios a
tus pestañas, contemplando esa sonrisa extraña que derrumba hasta las más altas
montañas. Tus órbitas desestabilizan las mías, cada palabra que sale de tu boca
es como un alud de emociones. En mi mente todo se mezcla; pero te quiero. Te
quiero escuchar para siempre, te quiero ver riendo, quiero ver tus ojos reflejando
mi imagen y saber que estás ahí conmigo, y te juro, quisiera que ese momento
fuera eterno. ¿Cómo haces? Hasta tu
presencia me quiebra, vuelve frágiles a mis rodillas. No te entiendo, sos como un
juego imposible de ganar. Un caprichito que me quiero dar. Te quiero tanto que
me duele no poder besarte, pero qué me importa, si ahora me estás mirando y no
hace falta mover los labios para demostrarte que compartiría con vos más que un
suspiro. Estoy segura de que no llegas a
imaginarte lo que provocas en mí, pero no tan segura de querer que lo sepas.
Quizá es mejor dejarlo así, a medias. Aunque sospecho que cuando te hablo te
das cuenta. Mi voz tiembla, se quiebra. A veces no encuentro la forma de hablar
sin querer dejar de gritarte lo que siento, pero por poco, me contengo. Me quitaste la
coherencia, el talento de saber disimular. Me arrancaste el corazón, y te digo
la verdad, te dejo hacer lo que quieras con él, no me importa; tenelo. Contémplalo. Se consciente de que me
había prometido no volver a pasar por esto, pero te convertiste en la mayor
excepción. El error más lindo. <o:p></o:p></i></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i> Te quiero, con o sin
chance. Sos mi caso perdido, mi salvador anónimo. Te quiero, estúpida e infantilmente.
Sos como ese amor de nenes que carece de sentido pero desborda de emoción. Te
quiero, porque lo prohibido me atrae, me condena, me mata. Te quiero, porque me
consumís de la manera más hermosa: lentamente. Y no duele, lo disfruto. Preferiría perder esta apuesta y quedarme
varada en el medio de la nada, haber desperdiciado mil años y un día, pero poder tenerte en mi mirada una
última vez más.</i></span><o:p></o:p></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-56287786273721022982015-04-06T21:27:00.001-07:002015-04-06T22:37:36.680-07:00Suelo cuestionarme muchas cosas. Desde por qué las carreteras por la noche parecen ser interminables y las luces de los automóviles parecen estrellas caídas, hasta por qué la belleza puede tornarse en el más intenso dolor de un segundo al otro, como si en un instante el hielo se transformara en fuego y solo dejara cenizas a su alrededor. Las preguntas se acumulan, se archivan en una parte de mi cerebro donde el papeleo parece desbordar, y las respuestas nunca llegan. Nunca concretas, nunca precisas. Cada pregunta conlleva a mil más, y la vida se vuelve un juego matemático cuando debería solo ser una película, un filme en sus más vivos colores y con una fotografía tan maravillosa que me dejaría sin aliento. No tolero lo estructurado, eso es cierto. Pero me vuelve loca no entender el desórden. Veo los cimientos romperse y los muebles viejos empolvarse, el café enfríandose y las moscas agarrotandose, el invierno crudo golpeando la puerta por las mañanas y tu presencia volviendose cada vez más invisible. El mundo se cae y nadie sostiene mi mano. Puedo sentir como el pedazo de tierra bajo mis pies se desquebraja, amenazando con dejar hundirme en cualquier segundo.<br />
Intento comprenderlo. El por qué las personas necesitan de otra para sentirse completas. A veces siento como si el aire me cortara la respiración; como si todo fuese demasiado. Demasiado crudo, demasiado real, demasiado hermoso como para apreciarlo sola. Las imágenes se destrozan, los momentos no duran más que fragmentos de segundos. Recuerdo cuando tenía cinco años, y los columpios me elevaban por el aire. Cuando estos llegaban a su punto máximo y las cuerdas no cedían más, permanecía suspendida en la nada, y el cielo parecía cercano. Ese momento duraba años. Yo volaba por siglos. No existía distancia entre mis pequeñas manos y el infinito. No había límites. Tampoco una punzante soledad, que resume al mundo en uno. De repente, la gravedad gana y vuelvo al suelo. Mis manos ya no son pequeñas. El cielo ya no esta cerca. Y el infinito parece un cuento falso y mal escrito que me gustaría poder creer.<br />
Quizá solo necesitamos a quién vea lo bueno en nosotros mismos, lo que estamos negados a ver. Porque nos concentramos más en el deterioro que en la rehabilitación. Preferimos creer que somos inválidos por miedo a caer.<br />
Quizá necesitamos quién nos calme el cáos, quién de vuelta las piezas del rompecabezas para que de pronto, todo sea más fácil de encajar.<br />
Quién nos quite la ceguera, la venda de los labios. Quién nos abrace cuando el temblor se vuelve incontrolable, y serene el sismo que provoca el miedo.<br />
Quién nos haga creer que no somos tan malos, ni tan brutos ni tan raros. Quién convierta el daño en pasado y sane las grietas del pavimento con el pasar de una mano, para dejar transitables esas carreteras nocturnas del principio, iluminadas con colores fugases, estrellas rebeldes que no se sienten parte del cielo. Que pertenecen al desastre, y disfrutan de ver a dos jóvenes tomados de la mano, corriendo, escapando de lo que tarde o temprano los alcanzará. Pero prefieren esperar.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-72244177269131319012015-02-25T18:25:00.001-08:002015-02-25T18:26:16.901-08:00IMBORRABLE -capítulo cinco-<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– No, no, esto no está bien –la aparté antes de que
pudiera hacer algo. No me lo podía permitir en ese momento. No después de lo
que vi y lo que dije. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Perdona, fue un impulso. Pensé que te gustaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– No es eso. Me gustas, pero estoy enamorada de alguien.
Y yo sé que es loco y ahora, precisamente, no entiendo nada, pero de verdad lo
siento, siento que debo estar con él aunque no estemos juntos. No me permitiría
estar con alguien más, simplemente sería falso –la miré–, eres especial Celia,
de veras, te mereces a alguien que pueda darte cada parte de sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No me quedé a escuchar su respuesta. Me quité la
intravenosa, quizá demasiado rápido, y tomé la ropa que estaba en el estante
junto a la cama. Me alejé, sin más. “Demasiadas cosas…” pensé. “Demasiadas
perdidas, demasiados reencuentros, demasiada confusión”. Deseé haber seguido inconsciente.
Con todas mis fuerzas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba ahí, el arrugado papel junto al teléfono. Y
yo estaba allá, contemplándolos de lejos, pensando si sería una buena idea llamar
al número que él había anotado con sus propias manos. En algún momento mientras
yo estaba tumbada en una cama de hospital, se había tomado la molestia de
escribirlo. Esa fue la primera vez que nos vimos. Jamás me había visto, lo
había dejado en claro. Pero quizá le gustaba, y por eso quería que lo llamara. Quizá
en su memoria, el también me recordaba y su instinto lo guiaba a no dejar que
nos perdiéramos. Pero ahora, para él tan solo era una extraña. Una frágil y
anémica extraña a quién había acompañado al hospital.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–No lo conozco en absoluto– susurré, para que en la
vacía casa solo lo escuchara yo misma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Y qué si su nombre no era Jonas? ¿Si en realidad
esto no era más que una alucinación, una pizca de mi locura dejada al
descubierto? Tal vez lo había visto caminar por la calle, algún día hace un
tiempo, y mí retorcida mente creo fantasías tan creíbles, tan minuciosamente
configuradas, tan dignas de confundirse con un recuerdo que así fue como las
cosas se dieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, él había dicho que, de alguna manera,
le parecía familiar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y eso me daba el valor suficiente como para marcar
el número y oír su voz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– ¿Hola? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Corté. Realmente no tenía el valor para hacerlo. No
sabría que decirle. ¿”Hola qué tal soy
la loca que se desmayó en el Starbucks quieres ir a dar una vuelta y que lo
haga otra vez”? No, no y no. El negarme ante una situación tan estúpida como
esta me dejaba en claro que jamás podría confersarle mis sentimientos. Y se
sentía tan mal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Jamás entendí por qué la gente guardaba secretos,
por qué escondía cosas tan complejas como el amor. Solo me había enamorado tres
veces en mi vida, y en las dos primeras veces, siempre había sido sincera con
respecto a lo que sentía. Siempre había expresado todo. Muchas veces me había planteado
que era demasiado extrema al hacerlo. Me convencí de que nadie quería escuchar
los sentimientos de una loca que sentía mucho, que no podía retener su verborragia
romántica. Ambas relaciones habían sido un desastre. Las había cagado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A veces, prefería entender cómo funcionaban las
cosas que me parecían tan complejas y hacerlas de la misma manera que los
demás. Naturalmente. Como si fuera una cosa diaria. Esconder un sentimiento
para cualquiera podía resultar tan fácil como esconder un alfiler. Pero yo
podía morir desangrada si lo intentaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Me levanté de la mesa, agarrotada por la desilusión.
Me dirigía a la ducha cuando me pareció escuchar un ruido, una canción. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era el teléfono.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-1274402935220622432015-02-19T18:01:00.001-08:002015-02-19T18:33:04.459-08:00IMBORRABLE -capítulo cuatro-<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando desperté, me encontraba en el hospital. Una
aguja penetraba mi mano y las luces del techo me encandilaban. Supuse que aún
seguía bastante aturdida como para ponerme de pie, pero aún así decidí intentarlo.
Me quité la fría sábana de encima y saqué un pie de la cama. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–No lo hagas. Vas a lastimarte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahí estaba, otra vez. Su voz se sentía como aleteos
de un insecto dentro de mis tímpanos. Desconcertada, deduje que se encontraba detrás
de mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Qué… ¿Por qué estás aquí? ¿Qué has hecho? –cada
palabra salía de mi boca como si estuviese a punto de vomitar. Nada tenía
sentido, no podía formular siquiera una pregunta. Mil incógnitas se cruzaban
delante de mis ojos y era incapaz de concentrarme solo en una. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Te desmayaste. Estuviste inconsciente más de tres horas
–se acercó unos pasos, podía darme vuelta y chocarme con su cara, pero no
quería. No me animaba–, tu amiga Celia se fue hace un rato, pero me dijo que
volvería lo más rápido que le fuera posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– ¿Y por qué te quedaste? ¿Por qué apareciste? –estaba sollozando. La tensión me acribillaba. ¿Cómo podía ser que no pudiera expresarme
bien? Necesitaba decirle todo, y en ese momento, parecía que el lenguaje no
existía. No había forma. ¿Cómo explicarle a alguien más algo que nunca entendí
yo misma? ¿Cómo cuestionar a alguien que nunca vi, pero aún así conocía? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– Prácticamente –dio la vuelta y se colocó justo delante
de mí, cara a cara, ininterrumpidos por nada– caíste rendida a mis pies. – Mis
mejillas ardían. Sonrió levemente. Sus comisuras se ubicaron a la misma distancia
y sus ojos se achicaron a medida que su gesto se agrandaba. La misma sonrisa
que había visto en mis recuerdos, plasmada en la realidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Espero no haberte asustado –tomé aire, era hora de
hablar del tema. Ya no podía aguantar un minuto más en la incertidumbre. Todas
las respuestas que busqué durante tanto tiempo se me concederían; por fin sabría si estaba tan loca como para inventar
vivencias con quién me estaba mirando en ese instante. – Quería saber si… yo me
estaba preguntando… ¿Nos conocemos de algún otro lugar? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mi voz temblaba y lentamente mi cuerpo también
comenzó a hacerlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Yo no lo creo –agitó su flequillo con su mano mientras
esas palabras quebraban mi corazón. Pensé que estaba al borde de las lágrimas,
cuando de repente se sentó a mi lado – pero me resultas familiar. No como si ya
te conociera, está claro, ni siquiera sabía tu nombre antes de que comprar un
café se convirtiera en un capítulo de ER Emergencias –trató de bromear, aunque
lucía nervioso, no sabía dónde colocar los ojos. Finalmente, los posó en los
míos–, pero aún así…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Celia y Adele entraron en la habitación. Las dos
traían cafés en sus manos, y caras de alivio que seguramente se debían a verme
despierta y físicamente bien. Por dentro, me sentía más que destruida. Me
sentía derrotada, perdida. Completamente
desorientada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Bien, entonces supongo que nos veremos pronto –él
se puso de pie, y se acercó hacia mí para darme un beso en la mejilla. Sus
labios se sintieron tan cálidos y dolorosos. Una despedida dulce para un adiós
indeterminado. Se marcharía, con la esperanza de mi cordura. Con mi orgullo
destrozado y el corazón triturado. –Adiós– Dijo al despegar sus labios. Antes
de darse la vuelta, tomó mi mano y deslizó un pequeño papel doblado dentro de
mi puño. Me guiñó el ojo, ruborizando hasta mi mirada, y caminó hacia la
puerta, despidiéndose de mis amigas con la mano, de una forma desinteresada,
como si le hubiese molestado que hubieran aparecido para interrumpir sus
palabras. O al menos eso deseaba yo que sintiera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– ¿Estás bien? –preguntó Adele, acercándose a mí– ¿Has
comido algo siquiera en estos días? ¿Por qué te desmayaste de esa forma? ¿Qué
mierda te pasa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Adele, por favor. No estoy de humor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– Te quedarás en mi casa. No me importa tu estilo
de vida pseudo-bohemio, ni a qué juegos estás jugando –me miraba más seria que
nunca, y sonaba totalmente enojada–, ¿Qué es lo que quieres ganar con esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–No tengo ni idea de lo que estás hablando. No
tengo nada que esconder –cerré con fuerza mi puño, hasta que el papel no se
sintió más–, si insinúas que tengo problemas con la comida, te equivocas. No
soy tú a los 16 años y tampoco me interesa que me trates como si lo fuera. No
tienes preocupación, tienes un complejo con el control y la autoridad. Pero no
vas a controlarme ni ser mi madre. –no quería decirle todo eso, realmente no
quería. Pero me sentía tan frustrada como confundida, y mis sentimientos
estaban flotando en todas direcciones. La decepción se encontró con el enojo y
la desesperación, haciendo de mí un mounstro–. Lo siento, no era mi inten…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Está bien –no me dirigió la mirada. Su voz se
opacó y su cara se hizo de piedra. Se levantó con brusquedad y se alejó–. No me
busques, Emma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La había cagado. Terriblemente. No tenía más
terreno que cagar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Wow –dijo Celia desde la esquina en la que estaba
apoyada– eso es tener furia. Creo que mejor voy con el doctor para ver si
puedes irte a casa hoy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Por favor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Si te vas a tu casa, ¿estarás bien? Puedes venir
conmigo, si quieres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Estaré bien –el rechazo a esa propuesta en
cualquier otro momento habría sido imposible de imaginar. Pero ahora…–, solo
quiero estar sola. No quiero arruinar las cosas con nadie más, y en este
momento, soy un desastre nuclear. Tengo que pensar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Lo entiendo –se acercó– pero a veces –se acercó aún
más–, la soledad es la compañía más destructiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y me tomó del mentón.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-89406527231411478012015-02-16T14:32:00.003-08:002015-02-19T18:16:59.724-08:00IMBORRABLE -capítulo tres-<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Después
de casi unas dos semanas de un trabajo que no podría ser descrito como arduo
pero que me ayudaba a distraerme de lo que usualmente hacía cuando no tenía
nada que hacer, los recuerdos del tal Jonas ya no me visitaban con frecuencia. Quizá
en la ducha, cuando me quedaba inerte mirando las simétricas gotas salir del
grifo, o en el momento anterior a quedar dormida en las siestas. Pero cada vez
eran más cortos. La misma escena, fraccionada. Pequeños marcos distintos de
aquello que solía ser entero. De igual manera, me seguían estremeciendo, seduciendo, me
dirigían encantada hacia el misterio. ¿Cómo sonaría aquella voz? Podía
imaginarla. Dulce, al igual que gruesa. Podía traspasar mis oídos acariciándolos,
y sumirme al paraíso como cualquier álbum de Radiohead lograba hacerlo. Eso
era. Su voz era una canción. Una pista desconocida, perdida entre aquellos discos
rotos que no tendría el placer de oír jamás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cada día
era igual, pero la rutina a veces logra transformarse encantadora cuando la
compartes con la persona indicada. Ahí estaba Celia; con su delantal verde y su
ropa negra, descoordinando de una manera mágica el orden de aquél uniforme con su cabello azul resplandeciente. Regalaba
sonrisas a cada cliente, que salía sacudido de encanto del local después de ser atendido con la que parecía ser la joven más feliz de toda la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Emma –pegó un pequeño salto al verme llegar.
Extendió una amplia sonrisa por todo su rostro–Te ves esplendida hoy. Debes
decirme cómo haces para lucir tan linda cada día. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Aquellos
comentarios eran típicos de una persona como ella. No sabía a qué otras mujeres
se los hacía, pero la verdad es que no me parecían extraños ni desubicados. Me
halagaban, me hacían sentir cómoda, tanto como lo hacía su presencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Puedo prometerte que ni siquiera lo intento –sonreí,
aunque esa era la verdad– ¿cómo se ve el panorama de hoy?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Tranquilo, como siempre. Verás, nuestro descanso
se extenderá bastante hoy. Dudo que alguien asista, la mayoría estará
viendo la apertura del Super Bowl. Con suerte, quizá hasta podamos irnos más
temprano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Eso sería bueno –no estaba tan convencida. Volvería a mi casa en vez de pasar tiempo fuera de ella. Volvería a
ese sillón y me pondría a pensar. Los recuerdos quizás volverían con la misma
intensidad que antes, y la angustia no tardaría en acompañarlos, la botella de
Ron saldría de su escondite. Suena fatalista, pero el tiempo que pasaba sola
era una tortura, una guerra contra el reloj. Era un castigo diario, que se
había tomado unas vacaciones cuando había comenzado el trabajo, agotando suficientes
horas y energía como para volver cansada al 346 de la calle Pickup. Podía haber
trabajado jornadas de 24 horas sin problemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Lo es –rebuscó entre mis ojos, que ahora reposaban
en el suelo demostrando mi poco entusiasmo. Podía sentir la compasión en sus
ojos grises en cuanto levanté la mirada– ¿Por qué no vamos por una pizza
después? ¿Te gustaría? –y me dedicó la sonrisa más tímida y linda que había
visto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Por supuesto, claro que me encantaría- respondí con un rubor hasta en la voz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Hecho entonces –me codeó suavemente en las
costillas, sin quitar la expresión amable de su rostro. A la proximidad en que se
encontraba, podía oler su aliento: una mezcla entre menta y café. – ¿te dije ya
que hoy te ves estupenda? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El resto del día se me pasó entre sonrojos y comentarios
dulces, once o doce clientes y un latte de vainilla derramado. El irnos antes
se nos fue permitido y lo ansiaba como nada. Quería ver a Celia en un lugar
dónde no sea el diario. Ver como se desenvolvía con la parte del mundo que no
venía hacia ella. Moría por verla sonriendo mientras ordenaba la cena, quería más
que nada ver que ropa se ponía y si se maquillaría resaltando el grisáceo
perlado de su mirada. Verla me resultaba encantador, atrayente. Me sentía como
un insecto guiado por la luz. Su seguridad emanaba un aire contagioso, tóxico del mejor modo: su ánimo podía convertir a un psicópata en una mejor persona. Y lo que no me extrañaba hace
unas horas, comenzaba a hacerlo ahora.Quizás sus piropos juguetones estaban ayudando a darme cuenta de algo que no asimilaba. Quizás Celia me gustaba.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Comenzaba a sentir mis latidos en el
pecho, cuando Austin, un chico petizo y musculoso de pelo rubio hasta los
hombros que solo ocupaba el turno de la tarde, llamó mi atención tocando mi
hombro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– ¿Puedes atender al último? Tengo que irme, llego
tarde a una reunión –corrió un mechón rubio de su redonda cara bronceada–, por
favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–No hay problema –respondí. Pocas veces habíamos
hablado y no tenía mucho interés en hacerlo. Ciertamente, no parecía muy
amable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Gracias, te lo debo… Emma –pareció hacer un
esfuerzo para recordar mi nombre pero aún así fue agradable. Hizo una mueca, un
intento de sonrisa (no podía ni siquiera compararse con una de las de Celia) y
se alejó. “Debería empezar a juzgar menos…” pensé, y me di vuelta para
atender a quién sería el último cliente del día. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin levantar la vista rebusqué entre la pequeña
mesa inferior del mostrador una libreta para anotar el pedido. Tomé una
lapicera y concentrada en el blanco papel, le pregunté qué deseaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Tan solo un café con leche, para llevar por favor.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su voz me sonó tan conocida que cerré los ojos para
concentrarme en ella. Me paralicé. Una fría brisa había recorrido mi cuerpo
entero sin ningún aviso previo. Sentí mil puñaladas en mi corazón, sumergidas
hasta lo más profundo. Mis ojos parecían sellados, era imposible abrirlos. El
peso del frío que me poseía había llegado a todos lados. Cada dedo tieso, cada
músculo inerte. No podía reconocer si estaba aún de pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">– ¡¿Estás bien?! –la voz parecía venir de la
lejanía de una cueva. Una luz brillante vino hacia mí en un instante, y
entonces lo vi. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era él. Era Jonas. Mis ojos ya no estaban cerrados.
Me hallaba en el suelo y con sus manos en mí cuello, cuidando que mi cabeza no
se golpeara. ¿Había muerto y esto era el cielo? ¿Acaso aún seguía inconsciente?
Estaba mareada y confundida, pero podía ver su imagen con una perfecta
claridad. Sus labios rosados inmóviles,
su rostro en alarma. Aunque el frío me punzaba podía sentir el calor de su
cuerpo irradiar todo el lugar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba a punto de abrir la boca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A segundos de zambullirme en sus abrazos. Como una
loca, maníaca, abrazarlo hasta que no quedaran rastros de él, tan solo una
chaqueta y un par de jeans. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba tan cerca de quién me había quitado el sueño
todas las noches. De quién creí que era un producto de mi imaginación. De quién
estaba ciegamente enamorada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero cuando mis labios se despegaron para formular
una oración, todo se volvió oscuro, y perdí la conciencia otra vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"> <a href="https://www.youtube.com/watch?v=uecBokFnx94&feature=youtu.be" target="_blank">se recomienda leer escuchando esta belleza de canción</a></span></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-78100598291128003512015-02-13T16:35:00.000-08:002015-02-26T10:38:51.410-08:00IMBORRABLE -capítulo dos-<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Era
temprano en la mañana cuando abrí los ojos y decidí comenzar mi día. Mi
paciencia se había agotado; las vueltas en la cama parecían imparables y las voces de mi cabeza ya hablaban
demasiado alto como para acallarlas con
la almohada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Giré
hacía el reloj-alarma. 08:04 a.m. Me incorporé lentamente. Un pie a la vez, un
brazo a la vez, mil bostezos unidos en uno a la vez. Tomé el primer par de
vaqueros que ubiqué en el desordenado armario de mi habitación, seguidos de una
camisa blanca y un par de zapatillas color verde agua, que solían ser de un
verde más oscuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Abrí el
grifo del baño para lavarme los dientes, pero mi imagen en el espejo me detuvo
un momento antes de hacerlo. Mi piel pálida parecía más cristalina que nunca;
débil, frágil, daba la sensación de que se rompería tan solo con el tacto. Mi
oscuro cabello, lacio y hasta los hombros, no ayudaba a la imagen fatalista que
se reflejaba, tan solo la hacía lucir más enfermiza. “Venga”, dije “que esto no
es fin del mundo”. Y terminé de arreglarme, dejándome un poco menos muerta que
hace unos instantes atrás. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Caminar
por las calles de una ciudad llena sintiéndome completamente sola hacía sentir
mi estómago un pequeño revuelto de avispas. No sabía dónde posar los ojos ni
qué hacer con las manos, mis pies tropezaban con cualquier desnivel que se
encontraban. Me sentía muy nerviosa sin tener siquiera una razón para estarlo.
Ellos pasaban como luces a mí alrededor. Luces destellantes, cegadoras. Cada
uno brillaba de un color distinto, y si me detenía, podía ver lo que hacían:
algunos reían, otros comían golosinas, estaban los que gritaban mientras
conversaban por teléfono, y otros iban con la cabeza gacha rebuscando en sus
bolsillos vacíos una moneda para el autobús. Me preguntaba cómo me verían.
¿Sería una luz para ellos? ¿O simplemente una sombra, tímida y cabizbaja, pálidamente
oscura, amorfa y sin destino? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aclaré
mi mente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estaba
delante del que iba a ser mi próximo empleo y no me dejaría arruinarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahí
estaba, el Starbucks menos concurrido de Lake Oswego. El menos concurrido en
todo Oregón. El mejor lugar en el que
una persona como yo podría trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Practiqué
mi discursito mientras subía los escalones bastos y grises de la multinacional,
que desde lejos parecía un cubo de ladrillos completamente cerrado pero al
pisar su entrada podías comprobar que en realidad la vida humana había tocado
el lugar. Paredes blancas decoradas con cuadros vintage, un piso reluciente de
mármol claro, mesas y sillas blancas con detalles verdes. Todo resplandecía como si fuera renovado cada noche por una estructura completamente limpia y perfecta, completamente igual. Después
de todo, jamás ves como se construyen estos lugares, simplemente aparecen, así
que no sería extraño que hubiese habido cyberbots en lugar de personas. De noche constructores, de día empleados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Cyberbots…”
susurré, y me reí a lo bajo mientras cruzaba la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Buenos
días –dijo Celia, la amable empleada que se encontraba detrás del mostrador.
Una hermosa sonrisa de destellantes dientes blancos se mostraba en toda su
cara. Un corte carré, perfectamente recto, que enmarcaba su cara mejor que
cualquier pintura de Van Gogh, llamaba mi atención: tenía el valor de llevar ese
clásico peinado con el cabello teñido de un azul que podía confundirse con una
piedra preciosa. Pero más allá de esa extravagancia, eran sus ojos los que
lograron cautivarme; eran grises y brillosos. Casi surrealistas. Podría jurar
que eran capaces de someter a cualquiera en un trance hipnótico. Y eso parecían
haber hecho conmigo, luego de que ella me saludara –, eres Emma, ¿verdad?
Mark dijo que llegarías a esta hora, que pedazo de puntualidad –sonrió
nuevamente, esta vez mostrando una pizca de picardía en esos ojos tan
cautivadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–Podría
considerarse una de mis cualidades –me avergoncé al instante por haber sonado
un poco engreída, y traté de arreglarlo lo más rápido que pude –, gracias por
hacerme este favor. De veras. No sé cómo podré agradecértelo, necesitaba mucho
el empleo –le expliqué en un intento de gratitud. Celia había entregado mi CV
al gerente agregándole unas referencias que habían servido para que este me
aceptara entre tantos otros que se habían ofrecido para el empleo. La verdad es
que jamás la había visto, y fue por Adele la razón por la que me había hecho
este enorme favor. Se conocían de la universidad y aunque Adele jamás se había
extendido mucho en las charlas sobre Celia, había reconocido que era una
excelente persona. Yo lo creía, desde luego, se había puesto en evidencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">–No es
nada. Necesito una compañera de trabajo que no sea tan indeseable. Adele me
habló maravillas de ti. Ni bien me comentó que necesitabas trabajo, supe que mi
espera había llegado a su fin –a pesar de su sonrisa, podía notar algo de
timidez en su voz y mejillas –. Es un placer conocerte por fin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Me
indicó un uniforme y un lugar para poder cambiarme. Y ahí estaba, yo y mi nueva
segunda casa por un tiempo indeterminado. Jamás toleré los lugares nuevos, el
bullicio de la gente que a simple vista parecía rebozar de felicidad. Tendría
que lidiar con ellos, y con suerte salir cada día de ahí sin deseos de
aniquilar a alguien. Podrá sonar egoísta e incluso repulsivo, pero odio cuando
las personas se muestran felices. Porque no lo son, y lo sé bien. Sé que
aquellas cabezas sorbiendo café están pensando en lo triste de sus vidas. En
que no toleran a su madre, a su vecino, que el trabajo de oficina los estresa. Sé
que sufren porque están solos, y porque se detestan cuando se ven en el espejo.
Sé que los fracasos de sus intentos no dejan de agobiarlos. Pero sin embargo,
se esfuerzan en mostrarse alegres. Se levantan todos los días y se colocan esa
máscara falsa y estereotipada de una empatía y solidaridad que se esfuma ante
cualquier situación que requiera legitimidad. Es aquello lo que me enferma: la
actuación en un mundo en el que el drama es el plato principal del día. ¿Hace
falta la hipocresía cuando todos sabemos la realidad del día a día? Preferiría
ver mil lágrimas auténticas a mil risas de papel. Y odiaba saber todo eso, ser consciente de la
miseria humana, y seguir creyendo que todos irradiaban más luz que la única
persona que trababa de mostrar el hedor de nuestra raza: yo misma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras me encontraba
detrás del mostrador, Celia tomó mi mano y me dijo que me calmara, que todo iba a
ir bien, que después del primer día las cosas saldrían tan naturalmente que ni siquiera
podría recordar el momento en el que las aprendí. Por primera vez en años,
asentí, y me calmé. Cada palabra que salió de su boca pudo darle a mi mente la
calma que necesitaba en un auge de salvajes pensamientos. Levanté la vista y me
fijé en sus ojos grises, y su expresión. No la pude reconocer, no la pude
detectar. Sonreía, al igual que desde el momento en el que entré al lugar. Cada
sonrisa se mostraba verdadera, tal como el tacto de nuestros dedos. Lo <span class="apple-converted-space"><span style="background: #F6F6F9; color: #222222;"> </span></span><span style="background: #F6F6F9; color: #222222;">empírico</span> de su rostro me
resultaba incierto y mágico. De alguna manera, descifré que ella era todo lo
que nunca había experimentado, lo que ya creía un mito, lo que nadie jamás me pudo comprobar: ella era feliz. realmente feliz.</span><o:p></o:p></i></div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-67838161404303907302015-02-11T17:44:00.000-08:002015-02-11T18:17:40.220-08:00IMBORRABLE -capítulo uno-<div class="MsoNormal">
Quería repetir aquel momento un millar de veces más. Mis
manos entrelazadas en las suyas, el sol acariciando su cara, iluminando cada
detalle, cada lunar, cada comisura. El sillón aterciopelado sosteniendo
nuestros cuerpos en su lugar, mientras nosotros volábamos. Sus labios húmedos
acercándose de a poco a los míos, que estaban temblorosos, amargos, nerviosos,
esperando su tacto para liberarse de la tensión. </div>
<div class="MsoNormal">
Y ahí estábamos, jugando con el tiempo. Evadiendo cualquier
cosa que deberíamos estar haciendo. Fingíamos que nada existía en el mundo,
excepto nosotros dos. Y éramos buenos en eso. Podría permanecer en ese recuerdo
por siempre y evadir cada regla del tiempo, cada tirón de la realidad.</div>
<div class="MsoNormal">
Pero cada vez que abría los ojos, no veía a nadie. No había
nadie en mi sillón. No había nadie en ninguna habitación. Ni una foto en mi
teléfono, ni siquiera una prenda olvidada en el ropero. Era como si todo se
desvaneciera en cuanto recobrara conciencia del momento, como cuando recuerdas
un aroma pero no tienes la flor en tus manos. Era invisible, abstracto. Sabía
que existía, tan solo no tenía ninguna prueba para saber que era verdad. Era
demasiado fuerte para ser una fantasía, demasiado nítida para solo existir en
mi imaginación. Era un recuerdo. <b>Un
recuerdo de algo que jamás sucedió. <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<i>Jonas.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y podía sentir sus ojos azules sobre los míos, apagando mi
fuego con su océano. Sus brazos fuertes recorriendo mi cintura, tocándola con
delicadeza, como si fuera de cristal. Podía sentir su cabello suave, castaño y
corto entre mis dedos, amarrados a él, deseando que jamás lo soltasen. La
proximidad de nuestros rostros era inflamable. Sin embargo, prefería apreciarlo
a besarlo. No me gustaba cerrar los ojos, perderme siquiera un segundo de sus
facciones. Deseaba quedarme observándolo todo el tiempo que fuera posible,
porque sabía que no sería mucho. Y no quería abandonarlo jamás. Eran pocos
minutos, pocos lapsos. El recuerdo se detenía en cuanto él desplegaba su
sonrisa, cuando estaba a punto de pronunciar mi nombre. Jamás podía escuchar su
voz. Y cuando me despertaba de aquél trance, cuando cada pedazo de recuerdo se
quitaba de mi mente, no había forma de volver. Nada más que eso. Ese corto, esa
minúscula película. Esa mísera historia inconclusa para siempre, perdida en mi
mente, sin más avances, sin ninguna secuela. Una escena desaparecida. Sin
origen. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
– Podría ser como algún recuerdo de tu vida pasada –decía
Adele, y se relamía el bigote de café sobre su labio superior–, ya sabes, como
un flash. Habrás tenido un amorío en la Francia de antaño y ahora lo recuerdas.
Aunque, amiga, debo admitir que esa mierda no es normal. Yo no ando recordando
cuando andaba desnuda en plan cavernícola. </div>
<div class="MsoNormal">
– No creo que la gente usara jeans y Vans en esa época
–revoleé mis ojos al aire, mientras la contradecía–. No seas ridícula, esto no
es de ninguna vida pasada. Es actual, y es con alguien que todavía no conocí.
Pero es real, tan real como nosotras dos aquí sentadas.</div>
<div class="MsoNormal">
–Podría ser una alucinación, ¿consultaste con un médico?</div>
<div class="MsoNormal">
–No, y no es algo psiquiátrico. No estoy loca, Adele. </div>
<div class="MsoNormal">
–Enamorarte de un sueño no indica una plena sanidad mental,
Emma –me miraba seria. No estaba bromeando. Las puntas desmechadas de su
cabello cobraban vida cuando su cabeza se sacudía para negar rítmicamente–. Me
preocupas, me preocupa que te obsesiones con estas cosas. </div>
<div class="MsoNormal">
–No estoy obsesionada, estoy intrigada. Estoy
desesperadamente interesada –mis ojos se fijaron en la mesa. Aquella mesa
cuadrada y pequeña, color madera. La misma mesa de siempre, igual a las otras
veinte, en aquél bar de ciudad, marrón, oscuro, tibio y vacío. La mesa al lado
de la ventana, para ver el asfalto. Al lado de una abertura hacia el mundo,
para no perdernos en nuestra conversación y olvidarnos de que existe algo más.
Solía pasarnos. Adele era la persona con quién más aventuras había vivido, era
quién más locuras mías había oído. Mi amiga incondicional, mi hermana por
elección. Nos conocíamos desde que el largo plazo de nuestra memoria se puso en
marcha. Cuando me surgía algo, allí estaba ella. Cuando le surgía algo, allí
estaba yo. Pero sabía que esto iba más
allá de cualquier loca ocurrencia. Sus pequeños ojos negros irradiaban
preocupación y alarma cuando le contaba acerca del recuerdo. No comprendía cómo
era posible estar enamorada de alguien<i>
inexistente.</i></div>
<div class="MsoNormal">
–Prefiero que no hablemos más de esto –dije, mientras me
disipaba de mis pensamientos. Adele asintió, y comenzamos a hablar de trivialidades poco relevantes. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Volví a casa cuando
el sol estaba cayendo y el cielo empezaba a teñirse de naranja fundido en
violeta. Caminé por el mismo recorrido de siempre: un camino recto en una calle
poco transitada. Los árboles en las anchas veredas con césped bien podado
generaban un ambiente perfecto, reflejando los espacios de las ramas en cada
charco al costado del cordón. La fresca brisa del nuevo otoño aclaraba mi
rostro y mis cabellos bailaban salvajes en el aire. Mi mente no estaba en
composé con la perfecta escena de la que era protagonista.</div>
<div class="MsoNormal">
Mi mente era un desastre.</div>
<div class="MsoNormal">
Estaba agobiada de pensamientos antónimos, de dicotomías.
¿Loca o cuerda? ¿Real o ficticio? ¿Seguir confiando en que lo que sentía era
real, o seguir el rumbo de mi vida, ignorando la imagen que aparecía en mi
cabeza cada vez que me relajaba, que me concentraba en la nada? </div>
<br />
<div class="MsoNormal">
No. Imposible. Jamás podría olvidarlo, extirparlo de mi
mente. Porque hace más de un año que lo veía y lo sentía. Hace más de un año
que me emborrachaba por las noches para hundir esa aparición en lo más remoto
de mi conciencia. Hace más de un año que estaba irremediablemente enamorada de
mi locura. Y estaba segura de que pasaría el resto de mi vida buscando al
hombre invisible. </div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-25276680913707210452015-02-10T10:56:00.000-08:002015-02-10T10:56:06.321-08:00"felicia"Felicia miraba el mar, y se preguntaba si tenía fin, si escondía secretos, si se había llevado vidas. Conocía las respuestas, claro. Todas ellas les resultaban obvias. Pero se volvía a preguntar: ¿cómo puede ser que sepamos las respuestas de algo que no conocemos, y sin embargo a veces nosotros mismos somos un misterio? Si Felicia se preguntaba si escondía secretos, diría que no. Pero su pecho comenzaría a arder, su cabeza a latir, sus manos a sudar. Podría asegurar que no era misteriosa en lo más mínimo. Que era transparente, y se mostraba a los demás tal cuál era. Pero cuando llegaba a su casa, se quitaba el maquillaje y los zapatos de tacón, se quitaba el apretado sostén que dejaba marcas en su abdomen, y se miraba al espejo. Se miraba, y veía a una persona distinta, una Felicia autentica. ¿Por qué solo podía ser el ella misma únicamente si estaba sola? Jamás entendía el por qué se sentía incomoda con sus amigas. Yo conozco la respuesta: estaba fingiendo. Felicia nunca habría usado un sostén que la lastimara, o un maquillaje tan cargado, si se quisiera tal como era. Felicia se odiaba. Felicia no se sentía cómoda con las personas, se sentía inferior. Y cuando se miraba en el espejo, allí desnuda de alma y cuerpo, Felicia tenía miedo. Porque no había que fingir. Porque no había nadie a quién superar. Y enfrentaba sus temores, y su odio. Y sus lágrimas podrían haber llenado el océano que estaba contemplando ahora mismo, lejos de todos.<br />
<br />
Felicia: no hace falta fingir. No tenés que impresionar a nadie más que a vos misma. La única forma de hacer eso es empezando a quererte a vos misma. Quitate el maquillaje que te desagrada, y las prendas que te ponen incómoda. Busca lo que te haga sentir hermosa. No importa si no estás igual que tus conocidos, o no tenés la camisa que viste en las revistas. Lo importante es que comprendas que el amor propio es el único que te quita la venda de los ojos. El único que quita la sábana del espejo; la que bloqueaba lo hermosa que sos. Dejá de compararte, aprendé a apreciarte. No hay cosa más linda que amarte; porque te juro, ni el océano puede limitarte.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-76314647464593404172015-01-29T20:14:00.000-08:002015-01-29T20:14:16.555-08:00free me.creo en la intoxicación. creo que en el tiempo. creo en el poder. creo en el miedo. creo en crecer. creo en creer. creo en la equivocación. creo en que cada experiencia crea lo que somos. cada momento genera una visión. cada dolor provoca una ruptura de lo que fuimos. nos sacude. creo en volvernos estúpidos, ciegos, egoístas. creo en que los sentimientos se pueden apagar y crear una red de codicia, de ambiciones falsas, de apatía. creo en el homicidio indirecto. porque no hace falta desangrar un cuerpo para matar un alma. no hace falta una bala para parar un corazón.<br />
creo en el suicidio colectivo, porque la adolescencia es tan tóxica y todo lo que nos rodea tan mortal, que no podemos ingerir veneno diariamente y no dejar de respirar. creo en el cambio y en su dificultad, en el proceso del progreso, en tu alma renaciendo porque sí, creo en la resucitación. y creo en que volvernos personas es lo que buscamos todo este tiempo. porque nacimos humanos pero no sabemos qué somos. no sabemos qué es sentir. no encontramos en qué creer. al menos, no por nuestra propia cuenta. creo que no somos todo aquello que nos enseñaron a ser. creo en despertarnos de ese mal sueño.<br />
<br />
creo en la libertad.Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-5480080904654567412015-01-24T21:20:00.002-08:002015-01-24T21:20:08.873-08:00solos.<i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">estoy sola. estoy perdida. no pretendo que me encuentren, no pretendo ser comprendida, no pretendo nada de lo que ustedes pretenden que pretenda. quiero seguir estando tan triste y alejada de la normalidad como siempre lo estuve, como siempre sospeché que lo estaría, como siempre traté de esconderlo. quiero seguir sintiéndome loca, suicida, homicida, fascista y anarquista, amante de la vida y de la muerte, atraída a la oscuridad pero iluminada con un aura que desconozco de dónde proviene. quiero seguir siendo perseguida por fantasmas profesionales en enamorarme. quiero seguir deseando ver al mundo colapsar para poder salvarlo. quiero seguir aplastando insectos, escupirlos, arrancarlos de sus nidos y verlos correr despavoridos. quiero seguir esperando a que mis alas crezcan. quiero seguir creyéndo que soy chiquita. quiero seguir asustándome cuando vea mis rodillas raspadas sangrar. quiero seguir sintiendo la adrenalina al subirme a un tobogán. quiero seguir imaginando nuestro encuentro. tu cabello rubio y sucio entre mis manos, nuestras bocas húmedas bailando. tus ojos escurridizos escapándose de los míos. tus dedos cuidadosos al tocar mis muñecas. tus alas ya crecidas manteniendonos a metros separados de la tierra. el cielo se mezcla con el infinito universo. y las estrellas se confunden con tus ojos en este paisaje negro. te amo. quiero seguir haciéndolo. </span></i><br />
<i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></i>
<i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">estoy sola. estoy perdida. no pretendo que me encuentren, no pretendo ser comprendida, no pretendo nada de lo que ustedes pretenden que pretenda. </span></i><br />
<i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">solo vos. solo te quiero a vos. porque se que estás tan perdido como yo. y que nos encontraremos cuando mis ojos se cierren y vislumbren lo que sea que estás observando ahora. </span></i>Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-78253583591343157192014-12-19T18:07:00.004-08:002014-12-19T18:08:25.998-08:00a veces<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIHLsCCFpIIsvNPJhtvN00tVDa6mf_s00PJNfpOGQv0h0nM8U6x0cE6M_jXYn5JSRu1yg1Lx36RYmtCLeXSJIgZJpbYqH9sDnuRV-TWL55GXRm4rZpZE42_zTNLnSgdGV12ZJAdhrbkxdY/s1600/694.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIHLsCCFpIIsvNPJhtvN00tVDa6mf_s00PJNfpOGQv0h0nM8U6x0cE6M_jXYn5JSRu1yg1Lx36RYmtCLeXSJIgZJpbYqH9sDnuRV-TWL55GXRm4rZpZE42_zTNLnSgdGV12ZJAdhrbkxdY/s1600/694.jpg" /></a><i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">a veces no entiendo</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">si es que espero o mato el tiempo</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">pero sin embargo </span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">me mantengo paciente, cálida</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">amarga al tacto, dulce al gusto.</span></i><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><span style="color: #cccccc;"><br /></span></i>
<i><span style="color: #cccccc;">a veces no entiendo</span></i></span><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">lo que digo entre sueños</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">cuando la luz se abre paso entre la oscuridad</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">y un vestigio de irrealidad se atasca</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">haciendo que mi boca pronuncie secretos que creí olvidar.</span></i><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><span style="color: #cccccc;"><br /></span></i>
<i><span style="color: #cccccc;">a veces no entiendo</span></i></span><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">cuán grande es el universo</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">para poder perderme cada noche</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">entre la inmensidad de la oscuridad,</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">de las estrellas, de tus ojos y tus labios.</span></i><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><span style="color: #cccccc;"><br /></span></i>
<i><span style="color: #cccccc;">a veces no entiendo</span></i></span><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">qué es lo que hice mal,</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">en qué fallé,</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">pero el castigo lo estoy pagando, y créeme;</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc; font-family: Times, Times New Roman, serif;">amarte duele más que cualquier muerte.</span></i><br />
<i><span style="color: #cccccc;"><br /></span></i>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-3320698578818024202014-12-10T22:05:00.000-08:002014-12-10T22:05:57.517-08:00the death of you and me<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>abrí mis ojos por la mañana y te imaginé recostado a mi lado. la imagen era tan nítida, casi parecía real. tu cuerpo quieto bajo la débil sábana blanca, tu respiración dulce, lenta, invitándome a imitarla. tus labios rosados, tibios, perfectamente unidos, sellados, recitaban poemas sin moverse. suspiré cuando te esfumaste y te convertiste solo en aire. intenté respirarte. inhalé y exhalé cuantas veces pude, pero era inútil, pues ya estabas dentro mío. </i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>cuando eramos jóvenes y corríamos con las manos entrelazadas, costeando las calles oscuras, iluminadas por los flashes de los autos. cuando dijiste "escapá conmigo mañana". cuando nuestros alientos se unían. cuando nuestros miedos se volvían pequeños y nuestros dedos se tocaban. cuando permanecíamos callados, y me entendías mientras yo te entendía. cuando nuestros demonios perdían. cuando tocabas mi espalda desnuda iluminada por la luna através de la ventana. cuando el mundo era tan grande y solo lo ocupabamos nosotros dos. </i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>cuando aún estabas tan vivo como me gusta recordarte. </i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>ahí el tiempo era infinito. nosotros eramos infinitos. pero la realidad es dura, racional, soberbiamente real. y caímos. y caíste. </i></span><br />
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><i>la vida no era infinita.</i></span>Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-604065548587541130.post-80916106330301021422014-10-18T20:24:00.001-07:002014-10-18T20:24:20.426-07:00rain.<div style="background-color: white; color: #141823; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px; margin-bottom: 6px;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSDk0DAgmXMeA16P6SlTE2PWhuL9nxvSrSu3XEqRaITJ2M4fdWDMG4O1-ukLKbWxzM1jK4zPUjAMmJpZobhGZmRDHjp_nZlCLvD305Mk53KsytSM-qKiBW2ufv0fcbaoXw8Ef3VNjr4-iu/s1600/633.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSDk0DAgmXMeA16P6SlTE2PWhuL9nxvSrSu3XEqRaITJ2M4fdWDMG4O1-ukLKbWxzM1jK4zPUjAMmJpZobhGZmRDHjp_nZlCLvD305Mk53KsytSM-qKiBW2ufv0fcbaoXw8Ef3VNjr4-iu/s1600/633.jpg" /></a><i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El cielo se mostraba triste. Sus colores claros se habían apagado, aunque apenas era de día. El azul se difundía con el púrpura, y más allá de los árboles bañados en sombras y lluvia, todo se teñía de negro. Ella estaba sentada dentro de su casa, mirando por la ventana que daba hacia el asfalto. La gente cruzaba frente a ella sin notarla, aunque solo los separaba un frágil cristal. Le gustaba la sensación de sentirse invisible. Inexistente. "Quizás así debería ser siempre" s<span class="text_exposed_show" style="display: inline;">e dijo.<br />Estaba agotada, aunque no había hecho nada en todo el día. Había estado sentada mirando la lluvia salpicarlo todo desde la madrugada. Le gustaba ver llover. Le gustaba la teoría que explicaba que a la gente triste le gusta la lluvia porque refleja las lágrimas de su espíritu, las lágrimas no tangibles, aquellas que no puede sacar por sus ojos. Ella se había hartado de llorar. Se había convencido así misma de que no ganaba nada llorando. Pero aún así, lo hacía. Era inevitable. Tan inevitable como la caída de las hojas anaranjadas en otoño. Y se enojaba consigo misma. Y se odiaba por hacerlo. Y se odiaba aún más no poder detenerse. Al final del día, entre más llanto, hacía las pases con su consciencia. "Después de todo", decía "soy mi mejor amiga. Mi compañera. Me quedaré conmigo por el resto de mi vida. No puedo odiarme".</span></span></i></div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #141823; display: inline; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px;">
<div style="margin-bottom: 6px;">
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;">El motivo de su llanto era casi inexistente. ¿Quién podría saberlo? Podría ser por tantas cosas. Ya lo había olvidado. Había olvidado por qué estaba triste. Pero no podía ser feliz. Y no lo haría, hasta que parara de llover. Y por Dios, hacía tanto tiempo que llovía.</span></i></div>
<div style="margin-bottom: 6px;">
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i></div>
<div style="margin-bottom: 6px;">
<i><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif;"><br /></span></i></div>
</div>
Agustina Barchukhttp://www.blogger.com/profile/01305789004577905371noreply@blogger.com0