jueves, 12 de enero de 2017

electricidad.

vuelvo a andar. mirada clavada al piso, las mejillas sonrojadas, un tibio color rojo en los labios. y en los ojos, que tímidos no quieren despegar, un relampago se asoma con cada pestañar. que bien le sienta el color azul a la nostalgia, que bien me sientan las tonalidades del crepúsculo al caminar con tu canción de fondo. y en la siguiente calle, sumergida en algo que aún no es oscuridad, me espera la comodida de encontrarte. estas ahí, como una estrella apagada que saca un destello de andá a saber que lugar. y el mirarte es como mirar a cien cuadros surrealistas a la vez. increíble, misterioso, satisfactorio, intrigante. yo me sumo a tu presencia, aturdida, pequeña. me sacudís el pelo con cariño y yo me quedo sin aire al primer contacto. así de eléctrico sos. me sonreís, de costado y con simpleza,  me tomás de la mano, y todo me da vueltas. estar con vos es como emborracharse en poemas. y no es hasta que empezamos a caminar cuando me doy cuenta de que ya no estamos acá. me transportas, despacio y en silencio, hacia un lugar que jamás ví. algo de otro mundo. colorido y sombrío. delirantemente dulce. y el sonido de tu voz nos hace volar. despegamos en este espacio celestial que llenaste de estrellas y me abrazás mientras estamos en el aire, para que el vértigo no me haga doler las costillas.
así que acá estamos, volando. en lo desconocido. en el infinito. el algún lugar sin tiempo ni forma definida, que amenaza, junto a vos, con hacerme feliz.
lentamente, los relámpagamos de mis ojos comienza a sonar.
activás mi electricidad.

viernes, 6 de enero de 2017

búsqueda.

si mis huellas no dejaran rastros
si mis pestañas no se despegaran al resfregarme los ojos
si el aire no se comprimiera en mi pecho cada vez que oigo el siencio
si las estrellas no se sintieran tan lejos
entonces todo esto sería en vano

si todas las noches que parecen eternas no acabaran con un nuevo día
si las interminables tormentas no culminaran con un arcoiris
si cada ocasión en la que pensé que nada podría ser peor no se volvieran esperanzas
si cada vez que me perdiera no encontrara tu voz
entonces ¿en qué estoy creyendo?

negro y blanco, fuego y agua. estoy acostumbrada a los contrastes. el ruido es tan molesto como el silencio aterrador. aún el equilibrio es un misterio. pero la búsqueda es tan larga, no acaba simplemente cuando se encuentra lo que se anhela.
todavía estoy buscando qué encontrar. todavía estoy corriendo del tiempo que amenaza con atraparme. todavía sacudo los miedos contra la almohada y la oscuridad estrecha mi mano cada vez que me rindo ante sus trucos.
pero hay algo distinto esta vez, algo que antes estaba ausente y ni siquiera su existencia hacia notar. quizás es el valor, o la experiencia. quizás es que aprendí el ritmo que debo bailar. no lo sé.

supongo que lo tengo que encontrar.