sábado, 30 de marzo de 2013

Sabores

Después de tantos cigarrillos revueltos con te de tilo, perdida entre el insomnio y la rutina, vagabunda entre sueños y anhelos, a la espera de palabras enjauladas como aves en tus labios. Qué mas puedo hacer, si después de todo el tiempo corre a mi inversa, la suerte manipula mis jugadas y el miedo controla mis movimientos. Qué mas puedo esperar, si estando aquí acostada, suspirando en esta aurora de colores opacos, fingiendo que la vida me vuelve a sonreír cuando ambos sabemos que está amargada, se muy bien cómo son las cosas, qué volverá y que será mendigo del retorno. Y aquí me tenés, a tu disposición, con el alma quebrada y el cuerpo intacto, con las lágrimas aferradas al tacto y un oscuro murmuro metido en mi cabeza, que a veces parece ser más hueca que tu corazón, diciéndome lento y claro que la fortuna es mundana y mezquina. Que la vida, sin dicotomias, es una lucha ganada y vencida.

martes, 19 de marzo de 2013

Slipped Away

Estaba ahí sentada, en el borde de la cama, con la cabeza gacha y el animo cambiante. De minuto a minuto la luz parpadeaba, de un "se podrá" a un "apenas puedo respirar". Desganada y resoplando, con los pies pegados al parquét de madera, limpio, brillante, casi nuevo, sin ninguna huella o recuerdo, se dirige a la ventana entreabierta, dejando ver vagamente el sol oculto en nubes grises y pesadas. Asoma su cabeza con los ojos enormemente abiertos, desbordantes de agua. Siente el aire fresco y presiente su presencia blanca en la esencia. El viento la besó, la abrazó, la contuvo. La besó como no la besaría más, la abrazó con ánimos de  compañía, la contuvo sin un chantaje miserable de favores. Suelta un suspiro con aroma a menta, con aroma a recuerdos rondando por un laberinto sin salida. Coloca su mano en su propia mejilla, preguntándose por qué todo pasó tan rápido, por qué aquellos ojos todavía no dejaban de mirarla y aquella boca no se cansaba de besarla. Frunce el ceño. Cierra la ventana. Se dirige hacia la cama, vacía, desarmada. Y con la respiración agitada rompe los marcos de las fotografías que no dejaban quemarse, rompe el llanto y la frialdad. Rompe el mundo que la obligaba quedarse dentro.