sábado, 17 de marzo de 2012

thirteen.

De alguna manera, todo lo que me recuerda a el me hace mal. Hasta lo que me pudiera hacer feliz, trae el recuerdo hacia mi mente y me dan ganas de llorar. Incontrolables y desesperantes.Hasta el más fuerte esfuerzo es en vano, pues ni siquiera el confortable pensamiento de " ya pasó" me calma. Son ganas de tener algo, y saber que nunca lo voy a tener. Es como tratar de nadar sin agua, o correr sin tierra. Pero la esperanza se mantiene viva; y de eso me alimento. De sueños y deseos. De miedos y utopías.

Ya el cielo no llora sobre mi, son mis lágrimas las que se derraman sobre el cielo. Quizá este algún día me escuche, y ya lleno de mis sueños, decida que es hora de que se vuelvan realidad.

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