lunes, 21 de enero de 2013

Dear Rosemary

no se cuanto más tendré que esconder. correr. pretender. me gusta que la gente se sienta feliz pero yo ni siquiera he sentido la sensación. una pared se cae y la otra se levanta, se tuerce, intenta construirse ladrillo por ladrillo, unidos con cemento hecho de mis propias lagrimas, y cuando está casi por terminarse el lobo viene a soplarla. no hay muros. no hay ventanas. no hay puertas, no hay salidas. no hay salida.
si alguna vez nos mentimos estoy tratando de descifrar con cual yo fué. tengo muchos yo. y cuando hablo de "nosotras" principalmente hablo de mi misma con mis alter-egos. la mayoría no me quiere. la mayoria se opone a prestar cal para construir las paredes. la única que me quiere es Rosemary que a penas es respetada. Aurora en silencio sigue esperando. Penny está demasiado concentrada odiandome. Polly sigue gritando de dolor, está encapsulada en angustia. Ana me dice que soy demasiado imperfecta. Taylor sigue diciendome que la mejor opción es que todo me importe un carajo. Allyson se sigue sintiendo rara. Hayley se sigue riendo con todos. Agustina está mareada. mi cabeza tiene tantas voces adentro que casi puedo sentir como está por estallar. dos segundos riendo, tres llorando, cuatro dudando, y el segundo restante es el que me tomo para volver a comenzar. los demás se quedan mirando mientras mi mente da más vueltas que un tornado. todos dicen "sos fuerte". no saben cuan fuerte. no saben lo que es aguantar el odio de Penny, los reclamos de Ana, los llantos de Polly. no saben lo que es aguantar la alienación de Allyson. no saben lo que es aguantar a una Agustina tan compleja que ni siquiera sabe quien es realmente. 
soy muchas. soy nadie. soy algo. soy nada. soy todo y de repente soy polvo. hoy estoy en una cuna, mañana en una tumba. hoy escalo, mañana estoy en la cima. hoy lloro, mañana rió. hoy soy un cuerpo, mañana polvo. todos somos lo mismo: soplidos.


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