esto va más allá de cualquier boludez hormonal. esto no se trata de "ver tu sonrisa y perder por goleada". no. yo te ví como una salvación a un error y ahora te veo como la equivocación en su estado más puro. la cabeza se me hace un nudo. la mente siquiera respira. el corazón late descomunalmente.
es graciosa toda esta situación: yo, la chica de piedra, la anti-amor, la solitaria, que sufre por demás, que tiene miedo a amar (no por daños hechos, si no por temor al mismo daño), es gracioso que esa chica, hoy esté hablando de un chico. gracioso, paradójico e irónico. casi malévolo. trato de tomarlo como algo incomprensible pero normal, algo solo "de la edad", como diría mi abuela. pero mi abuela no sabe que mi mente me juega tantas malas como para querer pasarme un taladro en la cabeza de un lado al otro. en realidad, nadie lo sabe. a veces ni siquiera yo me doy cuenta de como soy. o capáz lo saben todos (incluyéndome) y de tantas veces que pedí ayuda, decidieron ignorarme al mismo tiempo. total, "ya se me va a pasar". las pelotas.
¿por qué mierda me tiene que gustar todo lo que me hace jodidamente mal? ¿por qué soy masoquista? ¿por qué me autoflagelo con mis pensamientos? y miren que traté de vivir. y miren que traté de que todo fluya por su cuenta. y miren, entiendan, comprendan, que a pesar de que vi todo esto venir, duele de todas formas.
algo bueno de esto, es que siento que está por irse. en serio. podría jurar que hace tres días, el dolor y los gritos de mi consciencia me estaban matando. esos gritos tipo "no te quiere. nunca te quiso", "quién te miraría a vos, fea", "sos inútil, inservible y horrible", "demasiado gorda para ser amada", ahora redujeron la voz. son casi hilos de sonido de lo que alguna vez retumbó. y me pone feliz -muy feliz-.
consejito: nunca se enamoren. o si se enamoran, traten de no enamorarse cuando tienen el autoestima por el piso. traten de no enamorarse cuando tienen pensamientos suicidas. traten de no enamorarse cuando se odian a si mismos, cuando todavía piensan que nadie gustaría de ustedes, y de repente aparece ese alguien que en realidad no es más que palabras para luego pasar un rato. en conclusión; Agustina, no te enamores.
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