miércoles, 17 de julio de 2013

fuego de luz,
hielo de sal,
alas desplegadas en la noche, como un sube y baja, como un vaivén que no para, como mentes cruzadas, como pies descalzos sobre la tierra mojada, como labios secos entre el agua.
fría, casi petrificada, inédita, inconclusa. sus clavículas rotas dejan rozarse contra el viento.
oscura, nocturna, controvertida. tan ácida como el veneno.
"-está bien" dijo ella, "crucemos la puerta".
lo tomó de la mano. su rostro cambió. se convirtió en ese rostro puro que solía ver. pálido, labios rojos cual carmín, sumido entre el licor.
y cruzaron la salida del maldito sueño que vivían.


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